El tracto digestivo humano tiene un revestimiento que evita que los materiales nocivos, como las bacterias, se absorban en el torrente sanguíneo. Cuando esta barrera mucosa se daña, las toxinas y otros materiales dañinos se filtran en el tejido subyacente, causando una variedad de problemas de salud. El debilitamiento de esta barrera se atribuye a una amplia gama de enfermedades inflamatorias intestinales, lo que conduce a una mayor permeabilidad de las paredes.
A pesar de que métodos como la endoscopia pueden ofrecer una visión de la salud intestinal, existen dos problemas principales con este enfoque. En primer lugar, estos métodos son invasivos, no ofrecen un análisis visual completo y requieren una visita a un hospital. Además, no ofrecen una visión en tiempo real de la salud intestinal y los riesgos que conllevan para los médicos.
¿Qué pasaría si una cápsula inalámbrica ingerible hiciera el trabajo? Eso es exactamente lo que han desarrollado los expertos de la Universidad de Maryland. El equipo ha creado lo que llaman una cápsula de detección de bioimpedancia ingerible para monitorear la salud intestinal interna. Bien podría empujarnos más allá de la detección de la salud portátil.
¿Cómo funciona esta cápsula?

La cápsula viene incrustada con un sensor flexible de cuatro sondas recubierto con una capa de polímero conductor. El dispositivo mide el cambio en los niveles de impedancia y envía la información en tiempo real a través de la conectividad Bluetooth.
Se afirma que el dióxido de litio-manganeso a bordo ofrece hasta 29 horas de actividad de análisis intestinal en tiempo real. En cuanto a la cápsula en sí, es un módulo impreso en 3D que tiene aproximadamente 14 milímetros de diámetro y unos 28 milímetros de longitud.
Para ayudar con un diagnóstico rápido, el dispositivo transmite datos de forma inalámbrica y cuenta con una luz LED que se activa para mostrar cambios en los niveles de permeabilidad dentro del intestino.
Durante sus pruebas con ratones, la cápsula ingerible fue capaz de diferenciar con éxito entre tejido gastrointestinal sano y dañado. Fue capaz de detectar vibraciones sutiles en la permeabilidad de la pared intestinal, que es un signo de enfermedad inflamatoria intestinal.
Un gran avance

El equipo dice que su sensor ingerible puede incluso detectar casos leves de inflamación intestinal interna con alta sensibilidad y estabilidad. «Validamos que el sensor puede diferenciar tejidos sanos y permeables en la mesa de trabajo y después de la integración con el dispositivo de cápsula», escribe el equipo.
Los expertos se centran ahora en la optimización del diseño para comenzar las pruebas clínicas y avanzar con los ensayos en humanos. El objetivo general es permitir la detección temprana de la enfermedad intestinal y abrir las puertas a un tratamiento más personalizado de forma no invasiva.
«Este trabajo significa un gran avance hacia el uso de la detección de bioimpedancia no invasiva como herramienta de diagnóstico en la tecnología ingerible y la identificación de intestinos permeables», dice el artículo de investigación publicado en la revista Microsystems & Nanoengineering.
En particular, la gente de la Universidad de Maryland está explorando muchos otros proyectos de cápsulas ingeribles para el análisis de la salud y el bienestar. Estos incluyen un método documentado de investigación para la administración dirigida de fármacos y otro método basado en cápsulas para la detección de gases.