Una empresa israelí acaba de anunciar un hito que nos va a resultar bastante inesperado: ha logrado cultivar carne artificial, por descontado, y lo ha hecho en el espacio ni más ni menos.
Aleph Farms ha creado mediante una impresora 3D unos cortes de carne que crecen y con los que pretende imitar el proceso natural de desarrollo emulando la regeneración celular que tiene lugar en el tejido muscular de las vacas.
El proceso se ha llevado a cabo en la Estación Espacial Internacional (ISS) y el hecho de que se haya creado tan lejos tiene una explicación: la alimentación de los astronautas en el espacio sigue siendo un asunto delicado dado que se debe evitar en todo momento que los alimentos puedan crear migas o partículas pequeñas que puedan obstruir conductos con consecuencias fatales.
Es por este motivo que se ha optado por crear esta carne artificial que ofrece una ventaja adicional, y es que tarda mucho más tiempo en degradarse.
¿Cómo lo han logrado? El equipo de Aleph Farms ha extraído células de vaca mediante una biopsia que luego fueron cultivadas en un caldo de nutrientes que emula el cuerpo de este rumiante. En este entorno, la carne va creciendo poco a poco hasta asemejarse a la carne natural, pero los que la han probado aseguran que es mucho más mala.
Las ventajas de esta carne son evidentes ya que se procesa sin necesidad de antibióticos y su creación genera una huella ambiental mínima, requiriendo, por otro lado, un volumen de agua infinitamente inferior.
Con estos argumentos, parece esperanzador pensar que esta carne artificial podría ser la solución perfecta, en un futuro, para los problemas de alimentación de una creciente humanidad.
Con todo, mejor no cantar victoria todavía ya que esta prueba es simplemente un primer ensayo y la producción en serie queda todavía muy lejos.
Sin embargo, es inevitable mirar con optimismo y esperanza estos primeros pasos.