Con la inoculación de hasta 48 voluntarios, la farmacéutica británica AstraZeneca comenzó la fase I del ensayo clínico de su antídoto contra el COVID-19.
Bautizada AZD7442, la fórmula es una mezcla de dos anticuerpos monoclonales (mAb) en desarrollo para la prevención y el tratamiento de la infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
El objetivo de la prueba es evaluar la “seguridad, tolerabilidad y farmacocinética” de la sustancia, e incluirá participantes sanos de Reino Unido de entre 18 y 55 años.
La firma agregó que el ensayo es financiado por Estados Unidos a través de sus departamentos de Defensa y Salud y Servicios Humanos.
“En caso de que AZD7442 resulte tolerado y tenga un perfil de seguridad favorable, AstraZeneca lo pasará a ensayos de fase II y III de etapa tardía más grandes para evaluar su eficacia como posible enfoque preventivo y de tratamiento contra el COVID-19”, explicó en un comunicado de prensa.
Según el texto, los mAb sintetizados en el laboratorio tienen como objetivo imitar los anticuerpos naturales. El tratamiento tiene el potencial de administrarse como una opción preventiva para personas expuestas al virus y para tratar y prevenir la progresión de la enfermedad en pacientes ya infectados.
La firma precisó que AZD7442 es una mezcla de dos mAb derivados de pacientes convalecientes con infección por SARS-CoV-2. “Descubiertos por el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt y con licencia de AstraZeneca en junio de 2020, los mAb fueron optimizados por AstraZeneca con una extensión de la vida media y una unión reducida del receptor Fc”, detalló.
“Los mAb extendidos de vida media deberían proporcionar al menos seis meses de protección contra COVID-19.2-5 En una publicación de Nature, se demostró que bloquean preclínicamente la unión del virus SARS-CoV-2 a las células huésped y protegen contra la infección en modelos celulares y animales de enfermedad”, complementó.
Para el vicepresidente ejecutivo de I+D de Productos Biofarmacéuticos, Mene Pangalos, el ensayo es un “hito importante en el desarrollo” de una fórmula que sirva para prevenir y tratar la enfermedad, que al cierre de esta nota acumulaba poco menos de 24 millones de infectados, con alrededor de 813,000 casos fatales, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
“Esta combinación de anticuerpos tiene el potencial de mejorar tanto la efectividad como la durabilidad del uso, además de reducir la probabilidad de resistencia viral”, celebró.