Nuevos informes afirman que las cámaras de vigilancia doméstica podrían representar un riesgo de seguridad para sus propietarios. Lo cierto es que, en estos días, se puede comprar una cámara de seguridad para el hogar por menos de $100 dólares. Estos dispositivos se están volviendo cada vez más comunes como una forma de alejar a los ladrones de paquetes o “piratas del porche” y, en general, proteger la propiedad personal. Pero, ¿cómo protegerse de los piratas informáticos en el hogar?
Un informe reciente de un grupo canadiense de seguridad y protección al cliente con sede en la ciudad de Calgary, Alberta, afirmó que es posible piratear hasta diez cámaras de seguridad y comunicarse con las personas en los otros extremos de los dispositivos. Y si bien se reporta que los incidentes más recientes involucraron específicamente a cámaras Nest, cualquier dispositivo conectado a la Internet de las Cosas (IoT) podría ser usado por los hackers.
Existen varias formas en las que alguien puede tomar control de tu cámara de seguridad doméstica. Por ejemplo, la mayoría de las cámaras utilizan aplicaciones o sitios en línea donde el cliente puede ver una transmisión de video en vivo de su hogar, o comunicarse con la cámara si el dispositivo tiene audio de dos vías. Si alguien obtiene la contraseña de tu cuenta, también tendrá acceso a las imágenes de tu cámara, a las funciones de audio y más. Otras formas en las que puedes ser hackeado es a través de tu red Wi-Fi, por medio de ataques de malware, o si tu compañía de cámaras de seguridad experimenta una violación en sus sistemas.
QUÉ PUEDES HACER PARA PROTEGERTE
Sin duda, la idea de que alguien podría estar observándote a través de tu cámara de seguridad sin tu conocimiento es más que inquietante. Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir en gran medida el riesgo de que tus cámaras sean pirateadas. Aquí te damos algunos consejos.
1. ¡CAMBIA TU CONTRASEÑA!
Los ataques a las cámaras de seguridad domésticas son generalmente el resultado de un mala administración por parte del usuario. Una de las cosas más importantes que puedes hacer para evitar los ataques de las cámaras en tu hogar es informarte sobre el malware, la seguridad de las contraseñas, y la seguridad de tu red Wi-Fi. Y por favor, cambia tu contraseña, y hazlo frecuentemente.
Aquí hay algunos consejos:
• ¿Alguna vez le diste tu contraseña de Wi-Fi a amigos, vecinos o invitados que te visitaron? En vez de hacerlo, deberías crear una “Guest Network”, o una red de acceso a wifi para invitados. La mayoría de los routers te dan esa opción.
• Cambia tu contraseña de Wi-Fi cada pocos meses, y usa contraseñas aleatorias y únicas que serían difíciles de descifrar a través de ataques.
• Evita usar la misma contraseña en diferentes cuentas. ¿La contraseña de tu cámara de seguridad es la misma que la de tu correo electrónico, Facebook o tu servicio bancario en línea? Si es así, estás aumentando considerablemente tu riesgo de seguridad. Para tu cámara conectada (y todas tus cuentas, en realidad), usa una contraseña diferente a la que usas para cualquier otra cuenta.
•Evita cualquier información personal en tu contraseña, como fechas de nacimiento, nombres de niños, aniversarios, etc. Tu contraseña debe ser completamente aleatoria y difícil de descifrar. Y anótala “a la antigua” y guárdala en un lugar seguro, como una libreta en un cajón.
• Usa la autenticación de dos factores para asegurar aún más tu cuenta, si está disponible.
• Considera usar un administrador de contraseñas confiable y seguro. Estos programas proporcionan contraseñas individuales únicas y seguras para cada una de tus cuentas, mientras que también las almacenan con un protocolo de alta seguridad para protegerlas.
2. COMPRA SOLO EN LUGARES DE CONFIANZA
Puede ser tentador comprar una cámara de seguridad de $10 dólares en un sitio de ofertas, o comprar una cámara de seguridad usada barata, pero esta no es necesariamente la mejor idea. Deberías comprar una cámara nueva de una tienda conocida.
Incluso en ese caso, asegúrate de estar familiarizado con la compañía que administrará la aplicación correspondiente para tu cámara. Lee las revisiones de los usuarios de aplicación, verifica si la compañía ha tenido algún problema grave con violaciones de seguridad en el pasado y, de ser así, qué han hecho para corregir ese problema.
No pienses en una cámara de seguridad como una transacción de una sola vez en la que compras la cámara y nada más. Piensa en ello como un teléfono celular, donde el proveedor de servicios es tan importante como el dispositivo.
3. ACTUALIZA PERIÓDICAMENTE TU FIRMWARE
No ignores esas actualizaciones de firmware, ya que están diseñadas para solucionar problemas, y muchos de ellos podrían estar relacionados con la seguridad.
¿No sabes si hay una actualización disponible para tus dispositivos? Verifica la aplicación que usas para manejar tu cuenta y tus cámaras, y busca en secciones como «dispositivo», «configuración» o «acerca de». La mayoría de los fabricantes de cámaras también publican información sobre la actualización de firmware más reciente en su sitio web, así como sobre cómo instalarla.