Tu sistema de cine en casa se merece el mejor audio, y un subwoofer puede representar toda la diferencia entre un sonido normal que no impresione a nadie y uno extraordinario. En esta guía te explicamos cómo instalar un subwoofer sin complicarte demasiado la vida.
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En primer lugar, creemos que todos deberían tener al menos uno, pero dos siempre te darán mejores resultados. Desafortunadamente, por increíbles que sean, los subwoofers también pueden ser algo «caprichosos».
Es imposible anticiparse y responder a las innumerables variables de cada habitación. Sin embargo, podemos orientarte en la dirección correcta. Habrá pruebas y errores involucrados, pero a la larga disfrutarás de mejores bajos.
¿Por qué un subwoofer?
Obtienes más y mejor sonido con una caja diseñada específicamente para sacudir tu casa y tus huesos con un bajo monstruoso. Los subwoofers son menos molestos que los altavoces de pie con controladores grandes y que realizan la misma tarea. Además, los subs tienen su fuente de poder integrada, reduciendo el esfuerzo en tu receptor de AV o amplificador multicanal.
Son la ruta más eficiente para satisfacer las necesidades de gama baja. La integración adecuada de un subwoofer también mejorará la calidad de sonido general de tu sistema, aumentando la profundidad y el ancho del sonido, así como un mejor desempeño de tus altavoces, ya que se han liberado de gran parte del trabajo pesado.
La importancia de la ubicación
La mayoría de la gente no lo ve de esta esta manera, pero lo que realmente escuchas es el efecto que tiene tu habitación en el sistema de audio. Las paredes, ventanas y muebles colorean los sonidos. Las frecuencias bajas son particularmente sensibles a las características físicas de la sala, por lo que la ubicación es clave.
Entre los mayores enemigos de tu subwoofer están las paredes de tu sala de estar o estudio. Las ondas graves son esencialmente omnidireccionales, por lo que tienden a rebotar por toda la habitación. Cuando lo hacen en tus paredes, a menudo también rebotan entre sí, creando ondas estacionarias o nulos bajos.
Si bien una esquina es a menudo la opción más conveniente, rara vez es la ideal.
Las ondas estacionarias (influenciadas por el tamaño de tu habitación y la longitud de la onda de sonido) son un exceso de energía de graves. Esto ocurre cuando una frecuencia específica se ve reforzada por factores ambientales o por longitudes de onda similares que se producen aproximadamente al mismo tiempo y lugar.
Lo que escuchas en ese caso es ese efecto «retumbante» o «bajo de una nota» que carece de definición o rigidez. En el extremo opuesto del espectro están los graves nulos, que suceden cuando las ondas reflectantes se cancelan entre sí, dejándote con un punto muerto.
Para lidiar con la acústica de la sala y sus efectos, puedes elegir entre trabajar con la sala o contra ella. El primer caso implica tratamientos acústicos y un ajuste y colocación inteligente del subwoofer. El segundo escenario, puede implicar desde ecualizadores sofisticados hasta software de corrección. Si es posible, la primera es nuestra opción.
¿Dónde ubicarlo?
Como regla general, colocar el subwoofer en una esquina o cerca de la pared dará como resultado más sonidos graves, pero no necesariamente el mejor bajo. Los aparatos de menores dimensiones y de baja potencia, como los que generalmente vienen con los sistemas de cine en casa y barras de sonido, tienden a usar pequeños controladores vinculados con amplificadores de baja potencia. Desafortunadamente, todo lo que realmente obtienes es un bajo horrible.
Los subwoofers con controladores más grandes y amplificadores más potentes no necesitan apoyarse en la pared. De hecho, los subs de alta calidad tienden a sonar mejor cuando se colocan al menos de 8 a 12 pulgadas de cualquier pared.
También funcionan mejor en la mitad frontal de tu espacio de escucha, más cerca de los altavoces del canal frontal, para disminuir los retrasos de temporización y la cancelación de fase.
Aquí hay algunas sugerencias útiles sobre dónde colocar tu subwoofer, en función de tu flexibilidad tienes y qué resultados esperar según el lugar que escojas.
Carta blanca: ¿puedes poner tu sub en cualquier lugar? ¡Felicidades! No, en serio. Eso es increíble, porque muy pocas personas tienen esta flexibilidad. Así que aprovechando, esto es lo que sugerimos: aleja el sillón de donde normalmente te sientas y coloca en ese lugar tu subwoofer.
Reproduce un poco de sonidos de graves de alta resistencia. Camina y gatea por la habitación, escuchando atentamente dónde suena el bajo más uniforme y definido. No se trata solo de esa patada visceral, sino que quieres escuchar el timbre (calidad tonal) y la textura de las notas.
Coloca una cinta adhesiva en el piso cuando percibas que suena bien, luego muévete a otro lugar. Sigue haciendo eso hasta que tengas 3 o 4 opciones para que puedas decidir el ganador.
En cualquier parte del frente: sigue la «regla de los tercios» para subwoofers. La idea es que, al colocar tu subwoofer a un tercio del camino en tu habitación, medido desde una pared, reduces las instancias de ondas estacionarias y nulos. Matemáticamente hablando, con esta guía aumentan las probabilidades de que el área de donde te sientas sea un «buen lugar para bajos».
En una esquina: nadie quiere poner su juguete nuevo en una esquina, pero a veces debes hacerlo. Esto es lo que puedes hacer para mitigar los problemas que surgen al poner un sub en esa posición.
Si tu subwoofer trae los controles en la parte posterior del gabinete, puedes rellenar el hueco con pelotas de tenis, de goma o incluso calcetines enrollados para sellar el gabinete y reducir su interacción con la pared. Muchos fabricantes proporcionan enchufes personalizados con sus productos para que puedas experimentar con el sonido.
En segundo lugar, mueve el subwoofer al menos seis a ocho pulgadas de la esquina. Con la ayuda de alguien que escuche en el piso, mueve el subwoofer unas pulgadas en cada dirección para encontrar el lugar ideal.
Debajo de un sofá o una mesa: este no es el peor plan del mundo, pero como resultado tendrás un retraso en el sonido si tienes altavoces satelitales realmente pequeños que dependen del subwoofer para frecuencias superiores a 120 Hz.
Dentro de otro gabinete: a veces, ciertas circunstancias no se pueden superar. Pero necesitas saber que este es el peor escenario posible. Poner un subwoofer dentro de otro gabinete prácticamente anula el propósito de este dispositivo. Esas frecuencias bajas no direccionales necesitan espacio para respirar en la habitación, y las acabas de meter en un armario y cierras la puerta.
Dentro de la pared: esto se está volviendo cada vez más popular entre los instaladores. Aunque hay algunos subwoofers de JL Audio, Paradigm o B&W realmente buenos para empotrar, no es el tipo de producto que un inquilino deberían considerar, a menos que seas muy bueno reparando paneles de yeso.
Pero, aún así corres el riesgo de incomodar seriamente a tus vecinos. Los subwoofers empotrados deben instalarse profesionalmente con cajas especiales diseñadas para mantener el gabinete en su lugar y aislarlo del resto de la habitación.
Si se realiza correctamente, puede ser una solución efectiva. Una cosa para recordar: los subwoofers en la pared son caros, porque a menudo requieren amplificación externa, crossover y mucho trabajo para instalarlos.
¿Qué hay de inalámbrico? si es el cableado lo que compromete la ubicación, considera un adaptador inalámbrico, como el adaptador de audio inalámbrico SoundPath de SVS. Esto no te librará de la necesidad de encontrar una toma de corriente conveniente, pero elimina la necesidad de un enlace físico de regreso a tu receptor o amplificador de AV.
Si te decides por uno de estos, asegúrate que esté diseñado para una latencia ultrabaja. Algunos modelos de Bluetooth tienen una cantidad inaceptable de retraso. Eso está bien para los auriculares, pero pésimo cuando intentas sincronizar con otros nueve altavoces con cable.
Calibración automática vs. manual
La mayoría de los receptores de AV de rango medio y superior cuentan con canal de retorno de audio (ARC, por sus siglas en inglés). Si bien, hacen un trabajo decente para detectar cosas como la distancia del altavoz y los niveles de canal, son notoriamente inexactos a la hora de determinar el ajuste de crossover.
En otras palabras, el punto en que un altavoz deja de producir graves y el subwoofer toma el control. Como puedes imaginar, esta configuración es crítica para obtener la mejor respuesta de graves.
Algunos programas ARC funcionan mejor que otros. El ARC de Anthem es, por lejos, el más efectivo que hemos visto, seguido de Sonos Trueplay, que es más efectivo porque solo debe lidiar con un puñado de altavoces Sonos. También hay mucho amor en la comunidad de AV por el Dirac Live. El YPAO de Yamaha, Audyssey, entre otros, son generalmente menos efectivos.
En lugar de depender del sistema automatizado, vale la pena intentar determinar la mejor configuración de crossover para tu sistema por tu cuenta. Puedes usar la calibración automática para otros altavoces y dejar la configuración manual para el subwoofer. Para ver más de cerca cómo hacer eso, sigue leyendo.
Marca los puntos importantes
Una vez que encuentres la mejor ubicación para tu subwoofer y hayas ajustado algunas configuraciones esenciales del sistema, debes marcar la fase, el punto de cruce y el volumen del subwoofer.
Cuanto más pequeños sean los otros altavoces, mayor será la frecuencia de cruce del subwoofer. Si aún no sabes de lo que son capaces tus parlantes, busca las especificaciones de respuesta de frecuencia en el manual o en línea. Ahora toma ese número y súbelo en 10 Hz.
Configurar el dial de cruce es fácil: gíralo completamente hacia arriba. Esto esencialmente anulará el crossover interno del subwoofer, permitiendo que tu receptor A/V se encargue de la tarea. Si no estás utilizando un receptor de A/V o un preamplificador/procesador para controlar tu crossover (tal vez usando entradas de nivel de línea para un equipo estéreo), ajusta el crossover lo más cerca posible del punto en el que deseas que comience el subwoofer a producir el bajo.
Por lo general, esto se basa en la extensión de baja frecuencia nominal del altavoz. También puedes hacer que tu compañero de pizza (si todavía está presente), comience con el dial de cruce completamente hacia abajo y subirlo lentamente hasta que sientas que tiene una buena combinación entre los altavoces principales y los secundarios.
A continuación, reproduce música con mucho bajo (las películas no son fiables y no le dan a tu oído algo familiar a lo que agarrarse). Si en ese momento escuchas una caída obvia en la energía de los graves (o lo que nos gusta llamar «succión»), cerca de la frecuencia a la que se cruzan el subwoofer y los altavoces principales, debes realizar ajustes en el control de fase.
Reproduce la misma pista una y otra vez y escucha mientras tu amigo cambia la configuración de fase (esto podría ser un dial continuo o un simple interruptor con una o dos posiciones). Detente cuando hayas llegado a la configuración que resulte en el sonido más completo. Si la fase de ajuste no lo libera de su succión, entonces el problema puede deberse a una mala colocación. Vuelve a la sección de ubicación de esta guía e inténtalo de nuevo.
En lugar de intentar superar el efecto que tiene tu habitación en el sonido modificando el sonido en sí, modifica tu habitación.
Con respecto al volumen, un error común es poner el dial de volumen del subwoofer en su ajuste máximo. En su lugar, ajusta el dial de volumen a aproximadamente un 75 por ciento más o menos y ajusta el nivel de salida del subwoofer desde tu receptor A/V o preamplificador/procesador en su lugar.
Sube y baja el volumen en grandes oscilaciones al principio, luego en incrementos más pequeños hasta que llegues al punto en el que realmente no notes el subwoofer. Básicamente, debería «desaparecer» en el sonido, creando la ilusión de que todo tu sistema está reproduciendo toda esa respuesta de graves. Un subwoofer bien integrado también ampliará el escenario sonoro en términos de profundidad y ancho.
Si estás buscando una forma fácil, pero menos rigurosa de marcar tu crossover, el fabricante de subwoofers SVS tiene un buen conjunto de pautas para las frecuencias de corte para diferentes tamaños y tipos de altavoces.
Trabaja con tu habitación, no contra ella
En lugar de tratar de superar el efecto que tiene tu habitación modificando el sonido en sí, modifica tu habitación para que no afecte el sonido en primer lugar. Una de las formas más sencillas de hacerlo es colocar algún tipo de tratamiento acústico en los rincones de la habitación.
Puedes usar trampas de graves o algún otro dispositivo de absorción de sonido especialmente diseñado, pero estos pueden ser costosos…y feos. Para acabar con el desorden acústico en las esquinas de tu habitación, intenta colocar un mueble o una planta en maceta grande (puede ser falsa), en el espacio.
Los estantes llenos de libros también son excelentes para este tipo de cosas, y no se ven tan feos como los absorbentes de sonido de espuma. Evita el vidrio o las superficies planas grandes, eso es justamente lo que estamos tratando de arreglar aquí.
Si tienes pisos de madera o de concreto, invertir en una alfombra o tapete será de gran ayuda. Para aquellos con pisos de madera, el uso de clavos para piso y discos protectores debajo de tu subwoofer marcará la diferencia. Si deseas gastar más dinero, también puedes considerar un soporte de subwoofer dedicado (sí, los fabrican).
Dobla la apuesta
Antes de compartir nuestro último consejo, ten en cuenta que no somos vendedores, no tenemos ningún interés en sacarte el dinero que tanto te costó ganar. Lo que estamos a punto de decirte es cierto. Lo hemos probado nosotros mismos y los resultados son fantásticos.
En serio, realmente funciona. Todd Welti, un técnico acústico de Harman International (la empresa responsable de la electrónica Harman/Kardon, altavoces JBL y otros), escribió uno de los mejores trabajos de investigación jamás escritos sobre este tema, y esta fue su conclusión.
Es cierto que la ruta de múltiples subwoofers no es común en aplicaciones residenciales, pero no se puede negar que suena espectacular. Si puedes balancearlo, deberías hacerlo. Una configuración secundaria múltiple no solucionará el problema de las ondas estacionarias, pero les dará a todos en la habitación una mejor sensación de respuesta de graves al eliminar el potencial de esos molestos espacios nulos.
Muévete y hazlo
Posiblemente sea necesario un poco de prueba y error para hacer las cosas bien, e incluso puede molestar a algunos vecinos o compañeros de habitación en el camino. Pero, para ese glorioso momento en el que tu subwoofer ofrece los graves escalofriantes que buscas, vale la pena cualquier esfuerzo asociado.