Ubicada en la pequeña ciudad costera de Tulum, a unos 80 kilómetros al sur de Cancún, la extravagante casa-árbol de Papaya recuperó la madera local y los antiguos métodos de construcción maya para lograr altas calificaciones en sostenibilidad, así como para lucir tan natural como su entorno.
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El producto final es absolutamente impresionante. La casa-árbol de dos pisos cuenta con una tranquila zona de ocio equipado con dos sillas de balancín directamente debajo de un dormitorio cerrado y de una zona común. Con ventanas en casi todos sus rincones, el acogedor dormitorio recibe abundante luz natural durante el día, a la vez que ofrece unas pacíficas vistas de los bosques circundantes por la noche.
“Sostenibilidad significa vida para las generaciones futuras”, ha dicho Emilio Heredia, la persona que construyó la casa-árbol. «Elevar la estructura estimula el crecimiento de las plantas selváticas alrededor de la casa-árbol, y asegura que el edificio no interfiera con la naturaleza. Queríamos mostrar el máximo respeto a toda la vida silvestre que habita en los alrededores”.
Heredia se apoyó en materiales de origen local para completar la construcción de esta casa. Además de la madera del área, Heredia también se proveyó de bambú para las cubiertas de las ventanas, palapa, y una mezcla de la madera con yeso para las paredes.
Vale la pena señalar que mientras que muchas de las casas, cabañas y habitaciones privadas de Papaya se encuentran a tiro de piedra de la playa, la casa-árbol fue construido en el exuberante bosque cercano de Tulum, lo que significa que llegar a la playa puede tomar algo de tiempo.
Como la mayoría de las cosas catalogadas como “lujo”, el precio de la casa-árbol de Papaya no es precisamente barato: alrededor de $ 1,400 por noche. Es lo que vale estar en una casa-árbol en medio de un bosque, cerca de las paradisíacas playas de la península del Yucatán y con todos los lujos incluidos.
