Los trabajadores del almacén de Amazon en Staten Island, Nueva York, conocidos como el grupo JFK8, votaron en fechas recientes a favor de unirse a un sindicato para ser representados por el Amazon Labor Union o ALU (Sindicato de Trabajadores de Amazon, en español).
De esta manera, el JFK8 acaba de hacer historia al convertirse en el primer grupo en emitir un voto a favor de sindicalizarse en una instalación de Estados Unidos operada por la empresa de comercio electrónico más grande del país.
Después de una intensa campaña y seis días de votación presencial en el mismo almacén, el recuento final fue 2,654 sufragios a favor y 2,131 en contra. Se impugnaron otros 67 votos, pero el margen de victoria fue mayor que el número de papeletas refutadas, por lo que los resultados son definitivos.
El ALU ni siquiera existía hasta el año pasado, pero ahora la organización —que se basó en una campaña de crowdfunding para financiarse— es responsable de negociar un convenio colectivo en nombre de unos 6,000 empleados en el centro de distribución más grande de Amazon en Nueva York.
Así es como, en lugar de dictar salarios, beneficios y condiciones de trabajo como lo hace en su enorme red de oficinas, centros de datos y almacenes, Amazon ahora tendrá que negociar esos detalles clave con los líderes sindicales cuando se trate del grupo JFK8.
El Amazon Labor Union es un grupo formado por funcionarios actuales y anteriores de Amazon que surgió de los esfuerzos de los empleados que exigieron mejores protecciones contra el COVID-19 en abril de 2020.
La organización está dirigida por Christian Smalls, exgerente de JFK8, quien fue despedido por Amazon en ese año después de que la compañía afirmara que violó las reglas de distanciamiento social. Debido a que él y otros trabajadores involucrados en la planificación de huelgas recibieron represalias o fueron despedidos, el grupo de Staten Island comenzó a organizarse.
Por otro lado, en un memorando que se filtró en esa temporada, el abogado general de Amazon David Zapolsky dijo que la compañía debería tratar de convertir a Smalls en el rostro del movimiento porque “no es inteligente ni elocuente”.
Sin embargo, hace unos días, Smalls dijo que Amazon obtuvo lo que esperaba en una publicación de Twitter. “Amazon quería convertirme en el rostro de todos los esfuerzos sindicales contra ellos… ¡bueno, ahí lo tienen!”, escribió, dirigiendo los comentarios a Zapolsky y Jeff Bezos.
@amazon wanted to make me the face of the whole unionizing efforts against them…. welp there you go! @JeffBezos @DavidZapolsky CONGRATULATIONS 🎉 @amazonlabor We worked had fun and made History ‼️✊🏾 #ALU # ALUfortheWin welcome the 1st union in America for Amazon 🔥🔥🔥🔥
— Christian Smalls (@Shut_downAmazon) April 1, 2022
La victoria de Staten Island desafió las predicciones de los expertos laborales, quienes señalaron antes de la elección que el sindicato solo obtuvo el apoyo de 30 por ciento de los trabajadores cuando solicitaron formalmente una elección sindical.
Connor Spence, vicepresidente de membresía de ALU, dijo que entregar las firmas de poco más de 30 por ciento de los trabajadores fue un movimiento estratégico. Para cuando los organizadores consiguieran 50 por ciento de los refrendos, era probable que muchas de las personas que firmaran dejaran de trabajar en las instalaciones, porque la rotación es muy alta.
Entonces, el equipo del sindicato de unos 20 organizadores principales trabajó para solicitar una elección lo más rápido posible y concentrarse en el grupo existente de trabajadores mientras todavía eran empleados del almacén.
“Esa es la única estrategia que funcionará en Amazon”, dijo Spence, y agregó que era especialmente cierto para un sindicato con recursos limitados.
Amazon, por su lado, compartió en un comunicado que la compañía está decepcionada con los resultados de la votación de Staten Island y que cree que los sindicatos se interpondrán en la comunicación entre gerentes y trabajadores, lo que ralentizará las cosas. “Creemos que tener una relación directa con la empresa es lo mejor para nuestros empleados”, señaló.
Asimismo, el ALU también ganó frente a la extensa campaña de la compañía que insta a los trabajadores a votar, incluyendo reuniones obligatorias con consultores que describen las desventajas de los sindicatos y mensajes que son enviados a los celulares y publicados en los espacios de trabajo.
La empresa gastó $4.3 millones de dólares en consultores antisindicales en 2021, según un informe de HuffPost. Sin embargo, no se sabe cuánto ha gastado en lo que va del año para luchar contra las campañas de organización en Staten Island, así como en Bessemer, Alabama, donde una iniciativa sindical separada también culminó en una votación.
En las elecciones de Alabama, los trabajadores votaron por no unirse al Sindicato de Tiendas Minoristas, Mayoristas y Departamentales. Sin embargo, los resultados no se pueden confirmar hasta que se resuelvan más de 400 papeletas impugnadas.
Es poco probable que un solo almacén sindicalizado tenga un efecto en la experiencia del cliente o en los resultados de Amazon. Aun así, podría inspirar una mayor organización, dijo Sucharita Kodali, analista minorista de Forrester. “Ha sido algo contra lo que Amazon ha abogado durante mucho tiempo”, señaló.
Es cierto, la compañía no se transformará en una tienda sindical de la noche a la mañana, y potencialmente habrá un largo camino por recorrer, pero de cualquier manera, las ruedas ya están en movimiento para el cambio. Además, si esta victoria es certificada por la junta laboral federal, le dará un impulso a un movimiento de empleados que ha ganado terreno en todo Estados Unidos.