Astrónomos descubrieron un objeto celeste profundamente anómalo denominado PSR J2322-2650b, un cuerpo con masa equivalente a Júpiter que exhibe propiedades físicas y atmosféricas nunca documentadas anteriormente en observaciones astronómicas.
El planeta presenta geometría extremadamente inusual: su diámetro ecuatorial supera en 38% su diámetro polar, otorgándole inconfundible apariencia de limón. Esta distorsión radical resulta de proximidad extrema a su estrella anfitriona, donde fuerzas gravitacionales del púlsar deforman continuamente la materia planetaria, canalizándola hacia la estrella en proceso de consumición lenta.
Observaciones ejecutadas mediante el telescopio espacial James Webb revelaron una composición atmosférica absolutamente sorprendente: PSR J2322-2650b carece completamente de hidrógeno, oxígeno y nitrógeno —elementos comúnmente predominantes en gigantes gaseosos convencionales. Su atmósfera se compone fundamentalmente de helio y carbono molecular.
Michael Zhang, investigador principal del estudio publicado en Astrophysical Journal Letters por Universidad de Chicago, enfatizó: «Es el planeta más elástico cuya elongación hemos confirmado».
La atmósfera dominada por carbono sugiere formación de «nubes de grafito» conforme carbono se condensa en altitudes superiores. Potencialmente, núcleos podrían contener diamantes formados bajo presión extrema. Bandas tormentosas de patrones geométricos en forma W circundan el exterior de este planeta con extraña forma, presumiblemente coloreado rojo por polvo y partículas tipo hollín generadas por carbono.

Emily Rauscher, astrofísica teórica de Universidad de Míchigan, comentó: «Es algo raro y estrafalario. No se formó como cualquier planeta normal».
Investigadores especulan si PSR J2322-2650b podría no ser planeta técnicamente, sino remanente estelar devorado progresivamente por el púlsar, sistema conocido como «púlsar viuda negra» donde una estrella compañera fue consumida. Descubrimiento fue «sorpresa absoluta», ubicado 2,000 años luz de Tierra.