La basura espacial se ha transformado en un verdadero e inquietante problema. Según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA), la órbita de la Tierra alberga cerca de 36,500 trozos de basura más grandes que una pelota de béisbol (más de 10 centímetros de ancho).
Esto significa, según la agencia, que hay cientos de millones de fragmentos más pequeños flotando en el espacio de manera descontrolada. El problema es que incluso los objetos de menor tamaño pueden dañar gravemente un satélite o una nave espacial.
Por lo mismo, el cofundador de Apple, Steve Wozniak, quiere lanzar una verdadera red de satélites para analizar y estudiar la gran cantidad de basura que hay en el espacio.
A través de su compañía Privateer, Wozniack pretende incorporar una serie de datos, entre los que se cuentan la información obtenida por crowdsourcing (colaboración abierta distribuida) y las observaciones realizadas por su propia flota de satélites.
“Creo que nos enfrentamos a varios cientos de satélites. No lanzaremos todos los cientos a la vez; los construiremos poco a poco”, señaló al sitio Space Moriba Jah, principal asesor científico de Privateer.
La compañía piensa lanzar su primer satélite en febrero del próximo año. Su intención es analizar los datos obtenidos en el espacio y realizar una especie de caracterización de los objetos que han sido desechados para determinar su forma, tamaño y velocidad de giro, entre otras características.
“Todos los catálogos de objetos que existen tratan las cosas como si fueran esferas. Vamos a llevarlo más allá de la esfera, a lo que la cosa parece y es de forma más realista”, agrega Jah.
Estos datos ayudarán a los operadores de satélites y a otros integrantes de la comunidad espacial a evaluar mejor la amenaza que significan estos objetos de desecho y mejorar así sus predicciones sobre el tiempo que permanecerán en el aire los trozos de chatarra.