Una situación vergonzosa es la que está pasando SpaceX por estos días, ya que según informes del sitio de noticias recién lanzado Semafor, habría guardado cómplice silencio luego de que enero un empleado resultara gravemente herido tras una revisión de rutina en uno de los motores Raptor.
Francisco Cadaba, quien había estado con la compañía dirigida por Elon Musk durante diez años, sufrió lesiones potencialmente mortales en la cabeza, las extremidades y el sistema respiratorio el 18 de enero.
Aunque Cadaba se ha despertado de un coma de meses, no puede sobrevivir sin asistencia médica y es incapaz de comunicarse.
SpaceX fue multado con $ 18,475 por dos violaciones de seguridad, una con el orden más alto de sanción, por parte de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), una suma aparentemente insignificante dada la gravedad de las lesiones de Cadaba.
Lo más preocupante es que SpaceX «no ha hecho ningún anuncio al público o a sus trabajadores sobre el estado [de Cadaba]», dijeron ex empleados a Semafor, a quienes les preocupa que la familia de Cadaba no sea compensada por su incapacidad para trabajar, probablemente por el resto de su vida.
Mientras tanto, la familia de Cadaba ha estado confiando en la caridad de sus compañeros de trabajo que han donado más de $ 51,000 a su página de GoFundMe.
Pero las posibilidades de otro accidente de igual magnitud también están latentes: «Tenemos líquidos inflamables en el sitio en grandes cantidades», dijo a Semafor Preston Wood, gerente senior de seguridad del fabricante aeroespacial Relativity Space. «Tenemos criogenia, gases de alta presión, gases inertes que pueden crear atmósferas deficientes en oxígeno. Esos productos son muy peligrosos».