La NASA ya no aguanta más la actitud de China, ya que este viernes 4 de noviembre por tercera vez desde 2020, los restos de un cohete lanzado por Beijing para poner a punto su estación espacial, terminó cayendo sin destino predefinido.
“El cohete Larga Marcha-5B Y4 de la República Popular China volvió a entrar en la atmósfera sobre el centrosur del océano Pacífico”, detalló el Comando Espacial de Estados Unidos, dependiente de la Secretaría de Defensa.. La estructura de más de 20 toneladas fue detectada a las 10:01 UTC (07:01 de México), puntualizó.
#USSPACECOM can confirm a second atmospheric reentry correlated with the #PRC’s Long March 5B #CZ5B as it exited the #USSPACECOM Area of Responsibility over the Northeast Pacific Ocean region at 4:06am MDT/10:06 UTC on Nov. 4. https://t.co/keJdc1tmxi
— U.S. Space Command (@US_SpaceCom) November 4, 2022
Tras la puesta en órbita del tercer módulo de la estación espacial Tiangong, que correspondió al laboratorio Mengtian, el cohete chino comenzó un descenso descontrolado. La trayectoria prevista para el impacto era de temer, pues contemplaba Estados Unidos, México y Centroamérica.
“Una vez más, la República Popular China está asumiendo riesgos innecesarios”, ha criticado el administrador de la NASA, Bill Nelson. “No compartieron información de trayectoria específica que se necesita para predecir las zonas de aterrizaje y reducir el riesgo”, acusó Nelson en un comunicado en el que señalaba que es la cuarta reentrada descontrolada desde 2020. ”Es fundamental que todas las naciones que realizan actividades espaciales sean responsables y transparentes en sus actividades espaciales”, reclamó Nelson, que advirtió que estos restos “muy bien podrían resultar en daños importantes o pérdida de vidas”.