De acuerdo con la proyección de los expertos, la Estación Espacial Internacional (EEI) debería estar operativa hasta 2028.
Por lo mismo, los países que mantienen presencia en la nave a través de sus astronautas buscan soluciones para cuando esto ocurra.
La NASA, por ejemplo, acaba de encargarle a tres empresas la construcción de una nueva estación que sirva para reemplazar a la EEI.
La agencia de gobierno firmó distintos acuerdos con las compañías por un valor de 416 millones de dólares. La idea es que los beneficiados puedan desarrollar diseños de estaciones espaciales y otros destinos privados en el espacio.
Las compañías seleccionadas fueron Blue Origin ($130 millones de dólares), Nanoracks LLC ($160 millones) y Northrop Grumman ($125 millones).
En un comunicado, la NASA explicó que lo que busca con estos acuerdos es “mantener una presencia estadounidense ininterrumpida en la órbita terrestre baja mediante la transición de la Estación Espacial Internacional a otras plataformas”.
De esta forma, los montos adjudicados ayudarán a incentivar el desarrollo del sector de estaciones espaciales privadas independientes que estarán disponibles para el gobierno y clientes del sector privado.
Este proyecto considera varias fases; en la primera de ellas, la industria privada junto a la NASA formulará y diseñará capacidades comerciales de destino en órbita terrestre baja que se adecúen a las necesidades del gobierno y del ámbito particular.
Los encargados estiman que esta primera etapa podría extenderse hasta 2025.
“Sobre la base de nuestras exitosas iniciativas para asociarnos con la industria privada para entregar carga, y ahora nuestros astronautas de la NASA, a la Estación Espacial Internacional, la NASA está una vez más liderando el camino para comercializar las actividades espaciales”, señaló el administrador de la NASA, Bill Nelson.