Las lunas de Urano podrían ser un buen hogar para albergar océanos bajo la superficie, según revela un nuevo estudio. Se trata de Titania y Oberón, dos de los 27 satélites que giran alrededor del séptimo planeta desde el Sol.
Debido a su distancia de la estrella, Urano y sus satélites son muy fríos, con temperaturas que pueden llegar a los -200 grados Celsius en promedio. En la superficie, es imposible que exista agua. Pero en el interior la historia puede ser diferente y Francis Nimmo, autor del estudio, cree que encontrar agua líquida en Titania y Oberón no sería del todo sorpresivo.
Esto porque lo dos satélites —los más grandes alrededor de Urano— cuentan con algunas particularidades que permitirían la existencia de agua en el interior. Una de ellas tiene que ver con la porosidad de la superficie; a menor cantidad de poros, el cuerpo pierde menos calor y, por tanto, evita el congelamiento del agua.
El segundo factor clave para que haya agua en estas lunas es la presencia de amoníaco, que reduce la temperatura necesaria para que los hielos se derritan. Y el tercero es la presencia de clatratos, una sustancia que evita que haya un “escape” de calor desde el océano, lo que mantiene la temperatura a un nivel adecuado como para que exista agua en estado líquido.
Si Titania u Oberón tienen 10 por ciento de amoniaco en sus océanos subterráneos, o si la porosidad de la superficie alcanza 12 por ciento, entonces las posibilidades de que exista agua en el interior aumentan.
Estos resultados se basan en un modelo matemático diseñado por los autores del estudio de la Universidad de California. Pero la confirmación se dará una vez que alguna misión llegue a Urano y sus lunas, lo que podría ocurrir hasta 2030 por parte de la NASA.