Parece que la Luna recibirá más visitantes que nunca, ya que la NASA y sus socios planean construir una base permanente en la superficie lunar para estancias prolongadas de los astronautas.
Las tripulaciones explorarán la superficie lunar en rovers de próxima generación, pero los planificadores de la misión tienen serias preocupaciones sobre todo el polvo dañino que esos buggies levantarán a medida que avanzan.
Para resolver el problema, los ingenieros están desarrollando una forma de derretir el polvo para crear superficies pavimentadas, ofreciendo un viaje más seguro y suave para los rovers y sus ocupantes.
Para las pruebas realizadas en la Tierra con polvo lunar simulado, el proyecto utiliza un rayo láser para derretir la suciedad pulverulenta en una superficie sólida vítrea. Sin embargo, los ingenieros creen que en la Luna los astronautas podrán reemplazar el láser con luz solar concentrada a través de una lente de Fresnel.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) compartió detalles del trabajo en un video publicado en línea el domingo. Es la continuación de un informe más detallado sobre la tecnología publicado a principios de este mes.
"Where we're going we DO need roads!" 🌚
To keep abrasive, sticky, lunar dust at bay on the Moon, astronauts will need paved roads and landing pads.
But how can we build roads on the Moon?
🔗 https://t.co/OXsm2UckI9 pic.twitter.com/ieCgzJ3Y8a
— European Space Agency (@esa) October 22, 2023
Los ingenieros que trabajan en el proyecto han encontrado una manera de desplegar un rayo láser de 1,77 pulgadas (4,5 cm) de diámetro para crear formas geométricas triangulares y centradas huecas de aproximadamente 7,87 pulgadas (20 cm) de ancho. Las baldosas se pueden entrelazar para crear superficies sólidas en grandes áreas de suelo lunar, que podrían funcionar como carreteras o plataformas de aterrizaje, dijo la ESA.
El equipo del proyecto estima que se necesitarían unos 115 días para construir una pista de aterrizaje adecuada utilizando este método.
El ingeniero de materiales de la ESA, Advenit Makaya, describió el material resultante como «similar al vidrio y quebradizo», y agregó que, dado que estaría sujeto a fuerzas de compresión descendentes, las reparaciones serían innecesarias si sufriera alguna grieta.
El polvo lunar es abrasivo y afilado, y la baja gravedad de la luna lo convierte en una seria amenaza para las misiones visitantes.
«La mitigación del polvo ha sido un problema para la NASA desde Apolo», dice la agencia espacial estadounidense en su sitio web. «Cuando los astronautas entraban y salían del módulo lunar, el polvo llegaba a todas partes: obstruía los mecanismos, interfería con los instrumentos, hacía que los radiadores se sobrecalentaran e incluso rompía sus trajes espaciales».
Cualquier cosa que pueda mantener el polvo a raya será una mejora bienvenida para las próximas misiones Artemis, por lo que los ingenieros continuarán desarrollando la tecnología de pavimentación con la esperanza de enviarla a la luna para convertir literalmente el polvo en carreteras.