Durante el mes de julio habrá que mirar al cielo, porque un evento astronómico promete: el estallido de polvo de aerosol de cometa más grande del cosmos, cortesía del cometa 17/P Holmes.
Maria Gritsevich, científica planetaria de la Universidad de Helsinki en Finlandia, que ya en 2007 midió un espectáculo similar, descubrió el nuevo evento.
Las partículas dejadas atrás por el estallido en una órbita elíptica entre el punto de estallido original y un punto en el lado opuesto del viaje del rastro de polvo alrededor del sol, que es visible desde el hemisferio sur, ahora también lo hará en el hemisferio norte.
El cometa 17P/Holmes orbita entre Marte y Júpiter. El astrónomo inglés Edwin Holmes lo descubrió por primera vez en 1892, cuando estalló con un estallido lo suficientemente grande como para llamar su atención mientras observaba la galaxia de Andrómeda.
«Otros cometas en órbitas similares alrededor del Sol no producen este tipo de grandes estallidos periódicos, por lo que el 17P / Holmes en sí es probablemente especial», escribió el coautor del estudio Markku Nissinen, astrónomo de la Asociación Astronómica Finlandesa de Ursa.
En el nuevo estudio, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, los investigadores modelaron la física del rastro de polvo para comprender cómo su forma inicial condujo a la órbita observada y que pasará en julio por la Tierra.
Las partículas son diminutas, de hasta fracciones de milímetro de tamaño, pero reflejan la luz del sol, haciéndolas visibles con la ayuda de un telescopio como un rastro borroso en el cielo nocturno.