Una investigación publicada en la revista Scientific Reviews ha entregado la primera evidencia de que las potentes erupciones en el Sol pueden desencadenar terremotos en la Tierra.
La estrella libera mucha energía constantemente en forma de viento solar, eyecciones de masa coronal e inundaciones energéticas de partículas, incluidos iones y electrones, que se deslizan a través del espacio a velocidades vertiginosas. Estas pueden llegar a la Tierra y afectar satélites artificiales, derribar redes eléctricas y ahora posiblemente movimientos en la superficie.
Los investigadores analizaron durante 20 años datos sobre terremotos y actividad solar, buscando posibles correlaciones. Específicamente, el equipo utilizó datos del satélite del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la NASA-ESA , compilando mediciones de protones (partículas cargadas positivamente) que provienen del Sol y bañan nuestro planeta.
Al comparar el Catálogo Global de Terremotos Instrumentales ISC-GEM, un registro histórico de terremotos potentes, con los datos de SOHO, los científicos notaron que ocurrieron movimientos telúricos más fuertes cuando aumentaron el número y las velocidades de los protones solares entrantes. Específicamente, cuando los protones que fluían desde el Sol alcanzaron su punto máximo, hubo un aumento en los terremotos por encima de 5.6 de magnitud durante las siguientes 24 horas.
Giuseppe De Natale, director de investigación del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología en Roma y coautor del nuevo estudio, comentó que «los grandes terremotos en todo el mundo no se distribuyen de manera uniforme (…) Existe cierta correlación entre ellos.Hemos probado la hipótesis de que la actividad solar puede influir en todo el mundo [la ocurrencia de terremotos]».
Otra explicación es que el cuarzo, material muy abundante en las rocas terrestres, puede generar pulsos eléctricos en un fenómeno conocido como efecto piezoeléctrico. Esto podría desencadenar desordenes en las fallas y movimiento. La nueva teoría complementa esto de la siguiente manera:
«A medida que los protones cargados positivamente del Sol chocan contra la burbuja magnética protectora de la Tierra, crean corrientes electromagnéticas que se propagan por todo el globo. Los pulsos creados por estas corrientes podrían luego deformar el cuarzo en la corteza terrestre, provocando terremotos», se informa en la investigación.