Los nuevos resultados entregados por la misión Juno de la Nasa sugieren la presencia de “duendes” o “elfos” de luz en la atmósfera superior de Júpiter.
En realidad no serían criaturas mitológicas, sino que se tratarían de Eventos Luminosos Transitorios (TLE), impredecibles destellos de luz brillante que son extremadamente breves.
Según la propia agencia espacial, esta sería la primera vez que estos fenómenos son observados en otro planeta.
Estos “duendes”, que también llevan el nombre de un travieso personaje del folclor inglés, son eventos luminosos transitorios provocados por descargas de rayos de tormentas eléctricas.
En la Tierra, ocurren hasta 97 kilómetros por encima de tormentas eléctricas intensas y elevadas y son capaces de iluminar una región del cielo de una vasta extensión, pero apenas duran unos pocos milisegundos.
Los “elfos”, por su parte, deben su nombre a la sigla Elves (Emission of Light and Very Low Frecuency perturbations due to Electromagnetic Pulse Sources).
Aparecen como un disco plano que brilla en la atmósfera superior de la Tierra y también iluminan el cielo por unos milisegundos, pero pueden crecer más que los duendes, hasta 320 kilómetros de diámetro en nuestro planeta.
Ambos eventos también presentan colores distintivos tanto en la Tierra como en Júpiter.
«En la Tierra, los duendes y los elfos aparecen de color rojizo debido a su interacción con el nitrógeno en la atmósfera superior. Pero en Júpiter, la atmósfera superior se compone principalmente de hidrógeno, por lo que es probable que parezcan azules o rosas», explica Rohini S. Giles, uno de los científicos de Juno.
Los astrónomos se muestran entusiasmados con los nuevos hallazgos de esta nave espacial, que llegó a Júpiter en 2016, y que les permitiría recolectar más información sobre las atmósferas de otros planetas.
«Ahora que sabemos lo que estamos buscando, será más fácil encontrar elfos y duendes en Júpiter y en otros planetas. Y comparar los de Júpiter con los de la Tierra nos ayudará a comprender mejor la actividad eléctrica en las atmósferas planetarias”, agrega el investigador.