Desde el Hubble hasta el Telescopio Espacial James Webb, cuando piensas en las herramientas que capturan imágenes del espacio, es probable que algunos de los primeros ejemplos que vienen a la mente sean telescopios espaciales. Estos telescopios tienen la ventaja de estar por encima del vapor de agua en la atmósfera de la Tierra, lo que puede distorsionar las lecturas y les permite observar el universo con gran detalle. Pero también hay ventajas de los telescopios terrestres, como poder construir estructuras mucho más grandes y actualizar más fácilmente estos telescopios con nuevos instrumentos.
Uno de esos telescopios terrestres es el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO). Como su nombre indica, es de hecho muy grande, ya que se compone de cuatro telescopios separados, cada uno de los cuales tiene un espejo primario de 8,2 metros (27 pies) y que trabajan juntos para mirar al espacio en la luz visible y las longitudes de onda infrarrojas. En el telescopio llamado Yepun se encuentra un instrumento llamado MUSE, o el Explorador Espectroscópico de Unidades Múltiples (MUSE), que utiliza una tecnología llamada óptica adaptativa para recopilar datos de alta resolución sobre áreas del espacio.
ESO compartió recientemente esta imagen tomada por el instrumento MUSE, que muestra la impresionante galaxia espiral NGC 4303. Esta imagen representa datos espectroscopía que han sido coloreados para mostrar diferentes elementos que están presentes, recopilados como parte del proyecto Physics at High Angular resolution in Nearby GalaxieS (PHANGS). Esta galaxia es un tipo llamado galaxia de estallido estelar, lo que significa que es un sitio de formación estelar vigorosa, y estudiarla puede ayudarnos a aprender cómo nacen las estrellas.
«Las estrellas se forman cuando las nubes de gas frío colapsan», explica ESO. «La radiación energética de las estrellas recién nacidas calentará e ionizará el gas restante circundante. El gas ionizado brillará, actuando como un faro de formación estelar en curso. En esta imagen impresionante y parecida a una joya, este gas brillante se puede ver como el remolino de oro: los rastros directos de las estrellas que nacen.
«El resplandor dorado es el resultado de combinar observaciones tomadas en diferentes longitudes de onda de luz con el instrumento Multi-Unit Spectroscopic Explorer (MUSE) en el Very Large Telescope (VLT) de ESO en Chile. Aquí las nubes de gas de oxígeno ionizado, hidrógeno y azufre se muestran en azul, verde y rojo, respectivamente».