¿Y ahora qué? Muchos se han preguntado sobre el futuro de Jeff Bezos luego del inesperado anuncio de su salida como CEO de Amazon.
El mismo ejecutivo de 57 años explicó que, en esta nueva etapa, pretende dedicarle más tiempo a sus proyectos personales.
Dentro de estos planes destaca Blue Origin, la empresa aeroespacial de Bezos y que últimamente se ha visto relegada a un segundo plano debido al avance de SpaceX, de Elon Musk.
De hecho, la compañía ya ha perdido miles de millones de dólares en contratos de lanzamiento de seguridad nacional de Estados Unidos, que han sido otorgados a SpaceX y United Launch Alliance (ULA).
Según una nota de Reuters, Blue Origin no quiere continuar cediendo terreno y se encuentra “luchando para ganar una competición con SpaceX y Dynetics para desarrollar un nuevo módulo de aterrizaje lunar para el impulso potencialmente multimillonario de la NASA para devolver a los humanos a la luna en unos años”.
De esta forma, tanto Bezos como otros ejecutivos de la compañía consideran que es crucial adjudicarse el contrato del módulo de aterrizaje lunar para convertirse en un importante socio de la NASA y poner así a Blue Origin “en el camino de obtener beneficios”, señalaron fuentes de la empresa.
Eso sí, la firma no tiene mucho tiempo, porque se espera que la NASA reduzca a solo dos empresas el concurso del módulo de aterrizaje lunar a finales de abril.
Los desafíos para Blue Origin son, por ahora, lograr que el módulo de aterrizaje sea lo suficientemente ligero y pequeño como para caber en un cohete comercial.
Si bien aparece como una labor extenuante, desde la propia compañía aceptan este desafío con optimismo. “Va a poner a Blue Origin en una marcha superior”, señala otra de las fuentes al interior de la compañía.