Unos días antes de estrenarse en los cines de Estados Unidos, Shrek tuvo su premier en Cannes, en 2001. Era la primera película animada en mostrarse en el prestigioso festival francés desde Peter Pan (1953). Las películas animadas por computadora ya no eran una novedad (Toy Story se estrenó en 1995), pero Shrek logró colarse por los filtros del evento por lograr lo que Disney y Pixar no se atrevían: crear una película infantil con un guión tan brillantemente escrito que por 90 minutos arrancaba carcajadas a niños y adultos por igual.
Shrek se estrenó en Estados Unidos el 18 de mayo de 2001 y fue brutalmente exitosa, tanto que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (organizadora de los premios Óscar) no tuvo más remedio que abrir una categoría para premiar lo que desde años ya era una clasificación cinematográfica más que consolidada: la de las películas animadas.
En esa entrega de los premios de la Academia, Shrek se impuso a Monsters Inc., que continuaba el imperio iniciado por Pixar con Toy Story. Shrek brilló por las fantásticas interpretaciones de Mike Myers como el ogro protagonista y de Eddie Murphy como Donkey (Burro), su fiel compañero.
Cuesta creerlo, pero desde que Disney creó las películas de cuentos de hadas (Snow White and the Seven Dwarfs, en 1937) ninguna productora se atrevió a parodiar el concepto —ahora incluso cuestionado y revisado por Disney debido a la era de la corrección política—. La discordia nació en Disney con Jeffrey Katzenberg, uno de los ejecutivos responsables de la exitosa The Little Mermaid (La sirenita), quien junto a Steven Spielberg y David Geffen fundaron DreamWorks SKG para competir con la casa de Mickey en la que parecía una categoría destinada a ser siempre suya: la de las películas animadas.
Un ogro de 81 años y una tragedia
Shrek está inspirada en el libro infantil Shrek! del caricaturista estadounidense William Steig, quien tenía 81 años cuando lo escribió. Aunque la película es fiel en la descripción del protagonista, un horrible ogro gruñón, y también a la moraleja (acéptate como eres), la trama está bastante retocada. En el libro Shrek no sale de su pantano por una invasión de personajes de cuentos de hadas, sino porque sus padres literalmente lo echaron a patadas porque ya era hora (otra moraleja quizá).
Tampoco va en busca de la princesa para satisfacer los deseos de Lord Farquaad, sino porque una bruja le dice que existe una criatura más horrible que él y eso hace que Shrek se sienta tan atraído como motivado. También, Burro no aparece en la vida de Shrek por casualidad, sino que es una especie de señal para que sepa cómo buscar a la horrible princesa.
Esa historia llegó a John H. Williams, uno de los productores de Shrek por medio de su hijo (un niño de preescolar) a mediados de los noventa. “Pensé que Shrek era irreverente, como un iconoclasta, simplemente un personaje muy divertido, fantástico para la película que queríamos”, dijo en una entrevista en 2014.
Los primeros bocetos de Shrek se hicieron en Photoshop e incluían el concepto del ogro expulsado del pantano de sus padres que ideó Steig. Para el personaje de Eddie Murphy se basaron en un burro real llamado Perry (también conocido como Pericles) que vive en el Barron Park en Palo Alto, California.
Otro dato de trivia es que Nicolas Cage rechazó el papel de Shrek porque no quería que su imagen se usara para personificar a un ogro. El papel terminó siendo para el actor y comediante Chris Farley, que grabó 95 por ciento del guion antes de morir de una sobredosis, según algunas fuentes. La tragedia hizo que Dreamworks tuviera que buscar un sustituto que acabó siendo Mike Myers, célebre por las películas cómicas del agente secreto Austin Powers. Según Myers, aceptó interpretar a Shrek porque Shrek! le parece una historia fantástica de aceptarse como se es.