“Ágil, maniobrable y capaz de dar volteretas en el aire y volar por curvas cerradas”. Así definió la empresa alemana Festo su pájaro robot BionicSwift.
En total, son cinco las golondrinas artificiales que la firma ha producido para experimentar su funcionamiento y posibles usos.
Cada unidad tiene una longitud total de 44.5 centímetros y un ancho con las alas extendidas de 68 centímetros, así como un peso de solo 42 gramos.
“Durante la construcción del pájaro robot, nos hemos centrado en el uso de estructuras ligeras inspiradas en su modelo biológico. Y es que, tanto en la tecnología como en la naturaleza, una cosa es cierta: cuanto menos peso haya que mover, menores serán los gastos de material y el consumo de energía”, explicó la compañía.
Festo indicó que las alas se inspiraron en el plumaje de los pájaros para que las maniobras de vuelo resultaran lo más parecidas posible a la realidad. “Las distintas láminas superpuestas están hechas con un material de espuma ultraligero, flexible y, sin embargo, muy robusto. En combinación con un astil de carbono, están fijadas en las propias alas, como ocurre en el modelo natural”, detalló.
Al batir las alas hacia arriba, las láminas se abren para permitir la entrada del aire, con lo cual los pájaros necesitan menos fuerza para levantarlas. Al batirlas hacia abajo, las láminas se cierran para poder volar con mayor potencia, agregó.
El cuerpo de la golondrina es una estructura compacta que integra la tecnología de comunicación y los componentes de control para el aleteo y el timón, la cola. “En un espacio minúsculo, encontramos un motor sin escobillas, dos servomotores, la batería, el engranaje y distintas placas para la conexión inalámbrica, el control y la localización”, enumeró Festo.
“La interacción inteligente de motores y elementos mecánicos permite, por ejemplo, ajustar con precisión la frecuencia del aleteo y el ángulo de ataque del timón para las distintas maniobras”, sentenció.
La firma alemana equipó cada BionicSwift con un GPS inalámbrico con tecnología de banda ultraancha (UWB), que garantiza el vuelo coordinado y seguro de la bandada robot.
Según explicó, “para ello, se instalan en una habitación varios módulos inalámbricos. A continuación, estos puntos de anclaje se localizan entre sí y definen el espacio aéreo controlado. Además, todos los pájaros robot están equipados con un marcador inalámbrico, que envía señales a los puntos de anclaje, que pueden localizar de este modo la posición exacta del pájaro y enviar los datos recogidos a un ordenador central que funciona como sistema de navegación”.
Festo aseguró que su tecnología permite planificar rutas preprogramadas que les indican a los pájaros su trayectoria de vuelo. “Si se desvían debido a cambios repentinos en las condiciones del entorno, como viento o temperatura, serán capaces de reaccionar de forma autónoma y de corregir su trayectoria inmediatamente, sin necesidad alguna de pilotos humanos”, advirtió.
“La comunicación inalámbrica permite la localización exacta de la posición por encima de los obstáculos, incluso si el contacto visual se interrumpe parcialmente. El uso de UWB como tecnología inalámbrica garantiza un funcionamiento seguro y sin interferencias”, complementó la firma germana.
Para Festo, la interconexión inteligente entre el objeto volador y la ruta de GPS crea un sistema de navegación en 3D propio de una fábrica en red del futuro.
“La localización exacta de flujos de materiales y mercancías permiten, por ejemplo, mejorar los procesos y prever posibles dificultades. Además, los robots voladores autónomos podrían utilizarse, por ejemplo, para transportar materiales y optimizar la utilización del suelo dentro de una fábrica a través de sus pasillos aéreos”, finalizó.