Los drones continúan mostrándonos sus capacidades en diferentes áreas que pocos imaginábamos cuando la tecnología empezó a volverse más asequible hace algunos años.
Algunos usos comerciales fueron obvios al principio, como lo son las productoras de películas, y resulta mucho más barato que rentar helicópteros para hacer tomas desde el aire.
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A principios de este año, la FAA implementó una serie de regulaciones que muestran su interés en que la tecnología sea parte de diferentes tipos de iniciativas. Esta serie de reglas dan pie a que se utilicen de diferentes formas los drones y uno de esos usos es la ecología.
Todd Dawson, un ecologista de la Universidad de California en Berkeley trabajó con la firma de drones Parrot y con el especialista de mapeo Pix4D para diseñar un método de monitoreo sobre los enormes y majestuosos árboles secuoyas, una de las especies más grandes del mundo.
En California, hay más de 100 millones de árboles que se han secado en los últimos años, lo cual ha preocupado a decenas de científicos, quienes buscan saber por qué está sucediendo esto.
Hasta hace poco, los investigadores tenían que escalar los enormes árboles para recaudar datos sobre sus condiciones y salud. Pero gracias al Bebop 2 quadcopter, el equipo va a poder ahorrar mucho tiempo y ganará una nueva perspectiva a la hora de examinar los árboles y el entorno en el que viven.
Esta tecnología brinda detalles escondidos para el ojo humano, como la cantidad de luz que absorben y reflejan los árboles. La tecnología Pix4D compilará mapas detallados de las diferentes áreas de interés.
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Los drones vienen con sensores y son herramientas poderosas que nos permitirán entender cómo están funcionando los árboles y el bosque en su ecosistema. La tecnología catalogará bien la información que obtenga, de una forma en que el equipo nunca lo ha podido hacer.