Los incidentes entre aviones tripulados y drones en el espacio aéreo estadounidense han aumentado de manera «drástica”, ha dicho recientemente la Administración Federal de Aviación (FAA).
Los datos recogidos entre agosto de 2015 y de enero de el año 2016 revelaron que el promedio de estos accidentes es de 3.5 al día, en circunstancias de que en 2014 no llegaban a uno (1) al día.
Relacionado: Holandés viola la ley y vuela su drone a 11,000 pies de altura
Si bien las cifras de la FAA parecen reflejar -a primera vista- la correlación existente entre el aumento de los propietarios de máquinas de vuelo y el número de incidentes reportados que han sido causados por los mismos, se trata de datos preocupantes, ya que la muestra fue tomada antes de las vacaciones, momento en el cual los propietarios de drones suelen aumentar.
A principios de este mes supimos de un incidente que involucró a un drone y a un avión de pasajeros de Lufthansa que entraba en pista en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, y que pudo convertirse en una auténtica tragedia. El piloto del Airbus 380, el avión de pasajeros más grande del mundo, dijo que el avión no tripulado pasó a unos 200 pies por encima de ellos, que volaban a 5,000 pies.
Y no sólo los pilotos de aviones necesitan ahora mantener sus ojos bien abiertos. Un helicóptero de policía que volaba cerca de San Francisco en diciembre pasado se vio obligado a hacer un giro brusco después de su piloto avistó de cerca de un drone cuando volaban a 800 pies. Mientras que hasta entonces los operadores de drones solían salvarse, esta vez fue distinto, y el dueño del aparato fue rápidamente detenido.
Relacionado: Hay más drones registrados que aviones
Lo preocupante de estos datos señalan la urgente necesidad del gobierno de introducir sistemas anti-drones eficaz para hacer frente a lo pilotos inconscientes que vuelan sus máquinas no sólo cerca de los aeropuertos, sino también sobre eventos públicos concurridos, plantas nucleares, prisiones y otros lugares restringidos.
La búsqueda de una solución ha dado lugar a la aparición de una nueva industria para sistemas anti-drones. La tecnología propuesta considera hasta ahora rayos ‘de muerte anti-drone; escudos electromagnéticos, y hasta bazucas lanza-red.
La FAA también espera que su registro de los aviones no tripulados recientemente introducido ayude a fomentar un mayor sentido de responsabilidad entre los propietarios de drones. Así también, la agencia ha estado promoviendo el uso de su nueva aplicación B4UFLY, la cual ofrece consejos sobre el funcionamiento correcto de los aviones no tripulados, actualizando la información sobre las ubicaciones de vuelo seguro.
«Tenemos una serie de iniciativas educativas con nuestros socios gubernamentales e industriales para enseñar a los operadores de aviones no tripulados a volar de forma segura, incluyendo el registro de aviones no tripulados se lanzó en diciembre pasado”, dijo el administrador de la FAA, Michael Huerta, en un comunicado. «Pero la aplicación va mano a mano con la educación, y vamos a dejar caer todo el rigor de la ley contra cualquier persona que opere sus máquinas de manera irresponsable”, concluyó.