La WWE parece estar marcando la pauta de cómo será la reanudación de los espectáculos en vivo en Estados Unidos y en todo el mundo en los próximos meses, cuando las tasas de vacunación contra el COVID-19 empiecen a generar mayor movimiento.
Esto porque el show de lucha libre más importante del planeta pretende retomar el próximo 7 de julio un tour por 25 ciudades del país norteamericano, y con público.
Cabe recordar que la CDC y el gobierno de Joe Biden presentaron un decreto para que la gente con sus dos dosis de vacunas pueda incluso estar sin mascarilla en espacios cerrados.
Por lo tanto, la organización de la WWE exigirá a cada asistente a sus espectáculos que firme previamente un documento, donde los exime de responsabilidades en caso de contagio e incluso muerte por COVID-19.
El documento establece que la audiencia “ha aceptado voluntariamente” asistir a los eventos de la WWE, y tiene en claro el riesgo que eso implica en el escenario actual de contagios que persiste alrededor del mundo.
En un apartado —y en mayúsculas—, el documento señala lo siguiente:
“LA ASISTENCIA ES POTENCIALMENTE PELIGROSA DEBIDO, ENTRE OTRAS COSAS, AL RIESGO DE PROPAGACIÓN O ADQUISICIÓN DE COVID-19 O ENFERMEDAD INFECCIOSA SIMILAR, Y OTROS PELIGROS IMPREVISTOS E INESPERADOS PUEDEN SURGIR DE MI ASISTENCIA AL EVENTO. POR LA PRESENTE ASUMO TODO RIESGO DE PÉRDIDA, DAÑO O LESIÓN (INCLUIDA LA MUERTE) A MI PERSONA O PROPIEDAD ASOCIADA CON MI ASISTENCIA AL EVENTO, INCLUYENDO SI CAUSADO POR LOS ACTOS NEGLIGENTES U OMISIONES DEL LUGAR, Y WORLD WRESTLING ENTERTAINMENT, INC. (WWE)”.
El primer show con público será un programa Smackdown el viernes 16 de julio desde el Toyota Center de Houston. Un par de días después, el 18, la Dickies Arena de Fort Worth recibirá al evento Money in the Bank.