«Queremos promover la no discriminación, la no violencia y la paz entre las personas», dijo el presidente del COI, Thomas Bach, al South China Morning Post. «Esto no coincide con los videojuegos, que tratan de violencia, explosiones y asesinatos. Y allí tenemos que trazar una línea clara. »
La postura de Bach sugiere que muchos de los juegos competitivos más populares no serán considerados para la competencia olímpica. Incluso un juego con las imágenes ligeras como Overwatch, o tan separado de la realidad como Dota 2 probablemente serían demasiado violentos para los gustos del COI.
Ésta propuesta seguramente no fascinará a los jugadores profesionales de este tipo de videojuegos, pero a pesar de su desacuerdo, el comité preferirá incluir versiones de videojuegos de deportes ya disputados en los Juegos Olímpicos, según un informe de Polygon.
Los juegos de deportes tradicionales no son particularmente los más populares tipos de juego electrónicos competitivo de alto nivel y ciertamente no tienen el mismo grado de títulos logrados como Starcraft II y League of Legends, por lo que para muchos, ésta no sería una gran manera de mostrar el profesionalismo y nivel de las competencias eSports .
Por otro lado, existen ciertos juegos famosos que no giran en torno a la violencia y que podrían darles una experiencia atractiva a los espectadores. Rocket League sería un gran ejemplo de ello, incluso si Bach tuviera problemas con las explosiones que se producen cuando un jugador aumenta en otro, todavía podría considerarse un juego admitido por COI.
Los eSports se vuelven cada día más famosos e influyentes, pero definitivamente un lugar en los Juegos Olímpicos sería un gran paso adelante para poder determinar el deporte como popular. Hay una posibilidad que no tenga el efecto deseado si se seleccionan los juegos erróneos y basándonos en los comentarios hechos por Bach, se podría presumir que no se elegirán los juegos objetivamente pensando en popularidad y entretenimiento.
Es muy importante que una institución como las Olimpiadas mantenga sus valores fundamentales de la no violencia y la paz, pero en esta situación particular, esas creencias podrían desafortunadamente lograr que los deportes electrónicos tengan muy poco interés y atención por los espectadores en las olimpiadas del 2024.
