Fue un 25 de octubre de 1983, con el apodo de «Multi-Tool Word» en los sistemas Xeni y más tarde en MS-DOS y Macintosh, que debutó Word, el software de escritura multitarea de Microsoft, destinado a facilitar el trabajo, el estudio y la escritura en general.
Y pocos quizás se han detenido a rescatar la verdadera revolución que causó este programa, que ya en 1997 tenía una cuota de 90% de dominación del mercado en procesadores de texto.
Cómo Word cambió nuestra escritura y nuestra vida
Muchas de las tareas que hacemos cotidianamente fueron cambiadas por Word, así como también el lenguaje y las acciones que realizamos.
De hecho, el tan famoso concepto «Copy-Paste» se popularizó por esta técnica que usamos en el programa.
Pero Word además nos dejó redactando como verdaderos escribas profesionales, ya que el corrector ortográfico añadido y que en cada versión mejoraba, podía dejarnos como maestros de la RAE.
Nuestra forma de redactar y de estructurar los textos también cambió con Word, la utilización de viñetas, enumeraciones, tipos de letras distintas, desde la clásica Times New Roman y su clásico rival, la Arial. El uso de negritas, subrayados, pies de página y un montón de recursos.
Pero además, los trabajos educacionales y también las oficinas laborales comenzaron a pedir documentos con requisitos de Word, como extensiones (gran invento el contador de palabras), así como centrado, alineado a derecha o izquierda, el interlineado, y el tamaño preciso para la impresión (con el formato carta como el más clásico).
El reinado de Word además derrotó al papel y lápiz, pero además logró penetrar en las grandes corporaciones tecnológicas, que buscaban sus procesadores de texto gratuitos y en línea para competir con Microsoft: así nace por ejemplo Google Docs al amparo de Google Drive, que facilita el trabajo colaborativo digital, y además sin pagar de más.
En la actualidad Word con el avance de la IA, logra buenas traducciones a otros idiomas, consigue auto generar texto a partir de audio y conecta con otras aplicaciones de productividad con Microsoft 365.
Nadie duda entonces, que la W azul se quedó en nuestras vidas y para los más nostálgicos, el Museo de Historia de la Computación alberga el código fuente de Microsoft Word para Windows 1.1.