Este 14 de octubre, Microsoft pone oficialmente fin al soporte para Windows 10. Esto significa que la compañía fundada por Bill Gates dejará de lanzar parches de seguridad y actualizaciones, lo que convierte a cualquier equipo que siga con este sistema en un dispositivo más vulnerable frente a virus, ransomware y ataques cibernéticos. Aunque el sistema seguirá funcionando, el riesgo de usarlo conectado a internet aumentará con el tiempo.
Ante este escenario, hay varias alternativas para extender la vida útil de un PC que no pueda actualizarse a Windows 11. Una de las más directas es seguir usando Windows 10 bajo mayor precaución, instalando un buen antivirus de terceros, navegando con cuidado y evitando exponer el equipo a tareas críticas.
Riesgos de seguir con Windows 10
- Mayor exposición a malware: sin parches, cualquier vulnerabilidad futura quedará abierta.
- Compatibilidad decreciente: con el paso de los meses, algunos programas y navegadores dejarán de dar soporte a Windows 10.
- Problemas de hardware y drivers: fabricantes de periféricos y componentes ya no priorizarán este sistema.
Cómo seguir usando Windows 10

Seguir con Windows 10, pero con precauciones:
- Instalar un antivirus de terceros confiable.
- Usar navegadores que aún ofrezcan actualizaciones de seguridad.
- Evitar operaciones sensibles (banca en línea, datos críticos).
- Mantener copias de seguridad frecuentes.
Migrar a Linux
- Distribuciones ligeras como Linux Mint, Ubuntu o Zorin OS pueden dar nueva vida a equipos antiguos.
- Ventajas: seguridad activa, soporte gratuito, menor consumo de recursos.
- Limitaciones: curva de aprendizaje distinta, compatibilidad reducida con algunos programas de Windows.
Usar el PC sin conexión a internet
- Convertirlo en un centro multimedia local, estación de trabajo offline, máquina para juegos retro o edición de documentos.
- Al no estar conectado, el riesgo de ataques se reduce drásticamente.
Programas de soporte extendido (ESU)
- Microsoft ofrece Extended Security Updates, pero están pensados para empresas y con costo adicional.
- No es una solución práctica para usuarios domésticos.
Actualizar hardware o comprar un nuevo equipo
- Si el PC cumple con los requisitos de Windows 11, se recomienda actualizar.
- Si no, la alternativa es invertir en un nuevo dispositivo, aunque el artículo enfatiza que no es obligatorio hacerlo de inmediato.
El fin de Windows 10 no significa la muerte de tu PC. Con estrategias adecuadas, un equipo antiguo puede seguir siendo útil durante años, ya sea con Linux, con un uso más limitado o con medidas de seguridad adicionales. La clave está en evaluar el rol que cumple ese computador en tu vida: si es esencial para trabajo y datos sensibles, conviene migrar; si es secundario, puede seguir funcionando sin problemas con ajustes.