Finalmente Intel da el salto al mundo de las tarjetas de video dedicadas con nombre y apellido, ya que la compañía anunció que su línea de GPU llevará el nombre de Intel Arc y que el primer producto bajo esta marca se estrenará en el primer trimestre de 2022.
“La marca Arc cubrirá hardware, software y servicios”, dice Intel en su sitio oficial, “y abarcará múltiples generaciones de hardware”. La primera de esas generaciones lleva el nombre clave de Alchemist y la tarjeta de video DG2 —nombre que, por cierto, ya no se seguirá utilizando— será el producto inaugural luego de la DG1 anterior.
Por ahora no hay muchas especificaciones sobre los futuros productos de Intel Arc, pero el video de presentación entrega algunos detalles conocidos del mundo de las tarjetas de video: serán chips para escritorio y también para portátiles, con soporte para ray tracing, tasas de refresco variables y técnicas de mejoramiento de imagen basadas en inteligencia artificial, que en cierta forma es básicamente lo mismo que hace NVIDIA con su tecnología DLSS.
Si bien es conocido el historial de Intel en cuanto a procesadores, todavía está la duda sobre a qué segmento se dirigirá la compañía con sus tarjetas de video dedicadas; hasta ahora Intel ha producido chips de video integrados, que llegan como parte de algunos procesadores Intel Core y que son suficientes para tareas básicas o juegos livianos, pero están lejos del rendimiento que ofrecen las tarjetas de AMD o NVIDIA.
De hecho, la primera tarjeta de video dedicada que lanzó Intel fue la DG1, cuyo rendimiento fue similar a la de la GT 1030 de NVIDIA. Esta última es una tarjeta de gama baja o de entrada que salió a la venta en el año 2017.
El video de presentación de Intel mostró algunos juegos como Metro Exodus o la trilogía Crysis remasterizada, que en general son de lo más avanzado que hay en la actualidad en términos gráficos o técnicos. Por lo tanto, será interesante ver si futuras tarjetas de Intel Arc están a la altura como para que esos juegos funcionen con una calidad más que aceptable o si, como la DG1, quedarán destinadas a segmentos más económicos.