Nadie sabe muy bien en qué estaba pensando Marc Teyssier cuando creó esta “llamativa” Eyecam, considerada por muchos una de las más inquietantes que existen.
Este dispositivo tiene forma de ojo humano y se puede instalar en la parte frontal de una computadora. La webcam además mira a izquierda y derecha, e incluso parpadea y rastrea la cara de quienes participan de una videollamada.
Su realismo puede inquietar a muchos, ya que la cámara reproduce de manera fiel algunos detalles de la fisonomía de los seres humanos, como las arrugas de la piel, los vellos de las cejas e incluso las venas de los ojos.
Su estructura está compuesta de tres partes principales: la capa de la piel, el sistema musculoesquelético y el globo ocular. En tanto, una pequeña cámara instalada al interior de la pupila puede registrar imágenes en alta resolución.
“Cuando Eyecam mira hacia arriba, el párpado superior se abre ampliamente mientras que el inferior se cierra por completo”, comentó su creador Marc Teyssier.
“Eyecam puede ser autónoma y reaccionar por sí sola a estímulos externos, como la presencia de personas frente a la cámara”.
Según el desarrollador, el objetivo de esta singular cámara es invitar a reflexionar en torno al avance de la tecnología, ya que ahora, según él, vivimos en una sociedad repleta de dispositivos que cada día nos vuelven más insensibles.
“Mientras las cámaras web comparten el mismo propósito que el ojo humano —ver—, no son expresivas, no transmiten afectividad como lo hacen los ojos humanos. A través de la mirada podemos percibir la felicidad, la ira, el aburrimiento o la fatiga. Eyecam trae de vuelta los aspectos afectivos del ojo en la cámara”, señala.