La fibra óptica han revolucionado las comunicaciones de ancho de banda y larga distancia en todo el mundo. Los cables que transportan toda esa información están hechos principalmente de finos hilos de vidrio de sílice, que son un poco más gruesos que un cabello humano.
Este material es fuerte, flexible y muy bueno para transmitir información, en forma de luz, a bajo costo. Pero la señal de datos se agota antes de llegar a su destino final debido a la dispersión de la luz.
Para evitar este defecto se utilizan amplificadores y otras herramientas para contener y transmitir la información antes de que se disperse, lo que garantiza que se entregue correctamente.
Pero ahora científicos japoneses hallaron la forma de mejorar significativamente la transmisión de datos en las fibras ópticas, sin necesidad de incorporar amplificadores.
En un estudio presentado en la revista Npj Computational Materials aseguran que si las fibras se fabrican a alta presión, éstas aumentan su capacidad.
Mediante simulaciones por computadora, los investigadores de la Universidad de Hokkaido demostraron teóricamente que la pérdida de señal de las fibras se puede reducir en más del 50 por ciento. Esto podría extender drásticamente la distancia a la que se pueden transmitir los datos.
“Las mejoras en el vidrio de sílice, el material más importante para la comunicación óptica, se han estancado en los últimos años debido a la falta de comprensión del material a nivel atómico”, asegura el profesor asociado Madoka Ono del Instituto de Investigación de Ciencia Electrónica (RIES) de la Universidad de Hokkaido.
“Nuestros hallazgos ahora pueden ayudar a guiar futuros experimentos físicos y procesos de producción, aunque será técnicamente desafiante”, agregó.