Para muchos, la MacBook ha sido durante mucho tiempo el estándar de oro para las computadoras portátiles de lujo. Pero como los intereses comerciales de Apple continúan cambiando con el tiempo, la importancia de la base de usuarios establecida de ese dispositivo se ha vuelto cada vez menos relevante para la compañía.
Apple ha disfrutado de una increíble cantidad de éxito gracias al iPhone y a varios otros populares productos, como resultado, la compañía está lista para hacer lo que se considere mejor para su futuro a largo plazo. Pocos de sus rivales tomarían una decisión similar, pero Apple no parece tener temor de hacer movimientos audaces, incluso cuando significa el perder a algunos de sus seguidores.
La competencia aumenta
Hubo un tiempo en que el MacBook era una opción fácil para quienes buscaban esquivar la complejidad del mercado de laptops de Windows. Era una opción lujosa pero confiable para cualquier persona, desde estudiantes a profesionales. Muchos lo compraron no sólo por su preferencia por Apple, sino porque querían una computadora extremadamente capaz y a la vez intuitiva.
En los últimos años, sin embargo, la línea de Mac ha luchado por permanecer por delante de la curva. Microsoft Surface Pro es el ejemplo perfecto. Mientras que debutó sin mucho efecto inicial, se ha establecido rápidamente como una robusta computadora portátil multiusos. El hecho de que esté equipada con una pantalla táctil -algo que Apple parece reticente para explorar con su línea MacBook- le da una ventaja innegable sobre su mayor competidor. Hoy en día, Surface Pro sirve como una alternativa competente y fiable con características que Apple no ofrece para Mac.
Por supuesto, no todo es fatal para Mac. Las ventas de MacBook no están en declive; simplemente se mantienen estáticas, según cifras publicadas en febrero de 2017. Para una empresa de tamaño de Apple, sin embargo, mantenerse estático no sirve de mucho. Las Mac eran los productos insignia de Apple, pero ahora proporcionan sólo una pequeña porción de las ganancias de la compañía.
El MacBook mantiene sólo a un pequeño grupo de usuarios satisfechos, y aporta una cantidad relativamente pequeña de dinero. Ninguno de estos beneficios son particularmente importantes para una compañía que atiende a 700 millones de usuarios de iPhone en todo el mundo, y tiene $250 mil millones de dólares en el banco. Especialmente dado que la línea MacBook pone algo de tensión en Apple.
Escogiendo las batallas
En la actualidad, Apple sirve a dos bases distintas de usuarios con su hardware. Según los datos de NetMarketShare, los dispositivos que ejecutan iOS representan el 31.06 por ciento de la base de usuarios móviles mundiales. No está mal, ya que todos los smartphones y tablets provienen de un solo fabricante, mientras que el 65.19 por ciento de los dispositivos que utilizan Android provienen de varias fuentes. Sin embargo, MacOS solo controla el 6.25 por ciento del mercado de computadoras portátiles y computadoras de escritorio, basado en los números de NetMarketShare. Peor aún, hay evidencia de que la cuota de mercado de Mac está disminuyendo.
Por supuesto, existe la posibilidad de que MacOS podría ser eliminado en favor de una versión de iOS que se adapte a los equipos portátiles.
Dado que los dispositivos iOS son muy populares entre los usuarios, y MacOS parece estar sirviendo a un público cada vez más especializado, Apple podría redefinir lo que el futuro tiene para sus dos sistemas operativos. Como en cualquier situación similar, el éxito final exige que los recursos se coloquen donde puedan tener el efecto más grande.
MacOS e iOS comparten un lenguaje de diseño común, porque a Apple le gusta hacer que su ecosistema de hardware sea lo más cohesivo posible. Sin embargo, en términos prácticos de su desarrollo, son esencialmente productos separados.
Apple no puede simplemente diseñar software para su mayor base de usuarios de iOS, y luego modificarlo para MacOS. Se utilizan métodos de conexión completamente diferentes, el software no se presentará cerca de la misma relación de aspecto, y el tipo de aplicaciones que un usuario de computadora de escritorio o portátil quiere, difieren dramáticamente de las que son más populares en los teléfonos inteligentes y tabletas.
Por supuesto, existe la posibilidad de que MacOS podría ser eliminado en favor de una versión de iOS que se adapte a los equipos portátiles. Sin embargo, el tipo de usuario que es leal a la MacBook probablemente vería esto como equivalente a la muerte del dispositivo en su forma actual, por lo que Apple eventualmente decidiría descontinuar la MacBook.
Puede parecer un poco extremo deshacerse de un producto que vendió más de cinco millones de unidades en el primer trimestre de 2017, pero la compañía tiene una historia de tomar este tipo de decisiones difíciles.
La vida y muerte del iPod Classic
A principios de los años 2000, el iPod era algo así como un fenómeno. Mirando hacia atrás, esto se ha eclipsado un poco por el éxito posterior del iPhone, pero era un producto crítico para Apple en el momento.
La primera generación de iPod fue lanzada en noviembre del 2001, y en el 2007 la línea había explotado en popularidad, con la venta de más de 50 millones de unidades en todo el mundo a lo largo del año. El 2007 también marcó el lanzamiento de la primera generación del iPhone, la primera generación del iPod Touch, y el iPod Classic, que resultaría ser el producto final de su linaje.
Las líneas de el iPod y el iPhone lograron coexistir sin problemas entre el 2007 y 2010, con el reproductor de música manteniendo ventas de más de 50 millones de unidades en todo el mundo. Sin embargo, Apple continuó poniendo su enfoque en los modelos basados en el tacto en lugar de la edición Classic, y a partir del 2010 las ventas comenzaron a disminuir.
En el 2014, Apple suspendió oficialmente el iPod Classic, citando la falta de interés de los consumidores. Sin embargo, a raíz de su desaparición, el dispositivo se estaba vendiendo por encima de su precio de venta en sitios como eBay. Estaba claro que todavía había una audiencia para el reproductor de música. Simplemente no era una audiencia que la compañía estaba interesada en servir.
Esta no es la única instancia en la que Apple emplea tal estrategia. En los últimos años, hemos visto la salida de la compañía del negocio de pantallas independientes, además de cesar su producción de routers inalámbricos. Ambas líneas de productos eran bastante populares entre los usuarios, pero no lo suficientemente populares por las métricas de Apple.
Sería ciertamente un movimiento extremo para Apple dejar caer al MacBook. Sin embargo, sería sólo un poco más extremo que el retiro del iPod Classic, un producto verdaderamente icónico que probablemente se habría vendido constantemente durante años, si la empresa no se hubiera enfocado solamente en empujar las interfaces táctiles.
A tu servicio
En enero de 2017, el CEO de Apple, Tim Cook, reveló que la división de servicios de la compañía se había convertido en el elemento de más rápido crecimiento de su portafolio, de acuerdo con un informe de CNBC. Cook continuó afirmando que esperaba que los ingresos por servicios se duplicarán para el 2020.
Si Apple decide retirar la línea MacBook, es muy posible que veamos una versión final en las líneas del iPod Classic.
Desde entonces, hemos visto muchas pruebas de que Apple está interesada en reforzar sus servicios. La compañía debutará más contenido de video como parte de Apple Music antes de que finalice el año, y los rumores continúan circulando que podría usar parte de su considerable presupuesto para comprar Netflix completamente.
Muchos de los servicios que ofrece Apple se encuentran tanto en sus dispositivos iOS como MacOS, pero los pesados como iCloud, Apple Pay y App Store son mucho más populares en dispositivos móviles. Apple ha tratado de adaptarlos a la Mac, pero a menudo parecen más los problemas que su valor.
Cerrando con broche de oro
Para aquellos que aman a MacBook, es más que una computadora portátil. Para muchos que siguen los estereotipos, es un símbolo de ese tipo creativo de personas que trabajan en cafeterías o centros públicos culturales para corregir sus fotografías artísticas o el último capítulo de su novela, o los estudiantes que también intentan trabajar como DJs por la noche o ser productores en sus dormitorio. Es un sistema que se definió contra las laptops de negocios que llevaron la informática portátil a la conciencia pública en los años noventa.
Si Apple decide retirar la línea MacBook, es muy posible que veamos una versión final en las líneas del iPod Classic. Algo para apaciguar a los usuarios que son sus seguidores más apasionados, esos que preferirían perder una extremidad que cambiar a la Surface Pro.
Sin embargo, se necesita más que un vehemente grupo de fanáticos para mantener un producto vivo en Apple, y la línea Mac está luchando por encontrar su identidad dentro de Apple en un mundo que parece dominado por iPhones y iPads. El propósito de la MacBook no está del todo claro, y debido a eso, pronto podría tener un final de broche de oro con un producto clásico.
