La refrigeración de una CPU es vital para el buen rendimiento de todo el equipo y eso es justamente lo que tiene expectantes a los productores de estas piezas, luego de una investigación científica publicado recientemente por la Universidad de Hong Kong, que se jacta del «rendimiento excepcional» de un nuevo sistema de gestión térmica pasiva que puede aumentar el rendimiento de la CPU hasta en un 32,65% a través de la refrigeración por agua salada. El sistema también es autorrecargable: puede recargar su capacidad de refrigeración absorbiendo la humedad del aire.
Llamado «disipador de calor hiperscópico encapsulado en membrana cargada de sal» (HSMHS), el sistema utiliza una sal de bromuro de litio confinada por una membrana porosa que permite que el agua se evapore. Según los investigadores de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong y la Escuela de Energía e Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, Wuhan, un sistema informático de prueba ofreció un 32,65% más de rendimiento utilizando esta nueva tecnología de refrigeración pasiva basada en la sal.
¿Cómo funciona el nuevo disipador de calor hidroscópico encapsulado en membrana cargado de sal? Los científicos crearon un disipador de calor de aspecto estándar y colocaron una solución de bromuro de litio sobre él, sostenido en un material de membrana porosa, que permite que el vapor de agua pase a través de él. Se produce una acción de enfriamiento debido al proceso de desorción de la solución salina, liberando vapor de agua a la atmósfera circundante a través de la membrana porosa.
El atractivo clave del nuevo HSMHS a base de sal de bromuro de litio es que puede enfriar un sistema durante 10 veces más tiempo que las alternativas de última generación, como las estructuras metal-orgánicas (MOF) y los hidrogeles (un material de cambio de fase o PCM), pero además son más baratas y mil por ciento más rentables.