Un grupo de investigadores del Instituto de Internet de Oxford, quisieron dilucidar uno de los grandes mitos de los últimos años, de que Facebook y la aparición masiva de las redes sociales, han incidido en la depresión de la gente.
El grupo de investigación no encontró «ninguna evidencia» de que el aumento de la penetración de Facebook en todo el mundo estuviera relacionado con un daño psicológico generalizado. En cambio, afirman que la investigación en realidad muestra «correlaciones positivas» entre Facebook y los indicadores de bienestar en muchos países. El estudio rechaza inherentemente investigaciones anteriores que vinculan a Facebook con la depresión y la ansiedad.
«Examinamos cuidadosamente los mejores datos disponibles y descubrimos que no apoyaban la idea de que la membresía de Facebook esté relacionada con el daño, sino todo lo contrario», dijo en un comunicado el profesor de Oxford y coautor del artículo, Andrew Przybylski. «De hecho, nuestro análisis indica que Facebook posiblemente esté relacionado con el bienestar positivo».
La investigación revisada por pares, publicada en la revista Royal Society Open Science analizó las tendencias generales en tres mediciones de bienestar en los diferentes países entre 2008 y 2019 y las comparó con los datos que muestran la adopción de usuarios de Facebook en esos mismos países. Aunque las personas que se registran y usan Facebook en todo el mundo explotaron durante ese período de tiempo, las mediciones de bienestar y satisfacción se mantuvieron relativamente estables en todos los ámbitos.
Específicamente, el estudio encontró que los condados con mayor promedio de usuarios activos diarios de Facebook tenían niveles más altos de experiencias positivas y satisfacción con la vida que los países con usuarios activos diarios promedio más bajos. Los investigadores reconocen que otros factores, como las condiciones socioeconómicas, también pueden desempeñar un papel importante en esas diferencias en los resultados entre los países.
Los investigadores, tanto en el estudio como en una publicación de blog que lo acompaña, no dudaron en criticar investigaciones anteriores sobre las redes sociales que describieron como «más especulativas que concluyentes». Afirmaron que el trabajo anterior que asociaba Facebook con el bienestar negativo estaba limitado por «un enfoque exclusivo en la demografía en el Norte Global» y autoinformes inexactos. En general, los investigadores afirmaron que su trabajo no confirmó los «conceptos erróneos» comunes sobre Facebook.
«Cubrimos la geografía más amplia posible por primera vez, analizando los datos de uso de Facebook superpuestos con datos de bienestar sólidos, dando una perspectiva verdaderamente global del impacto del uso de Facebook en el bienestar por primera vez», dijo el investigador y coautor Matti Vuorre.
