Desde aquel 29 de junio de 2007, cuando Steve Jobs sostuvo en sus manos el primer iPhone, hace más de una década, tenemos la sensación de que cada presentación de teléfono celular tiene que tener el mismo factor “wow”.
En aquella ocasión, el mundo de los teléfonos móviles dio un paso gigantesco y a su vez, marcó la pauta a los demás fabricantes a seguir por el mismo camino, es decir, dispositivos táctiles con mayoría de pantalla y con la menor cantidad de botones físicos posibles.
A más de una década de ese día, al parecer hoy tenemos una insaciable sensación de que nos sorprendan cada vez que se presenta un dispositivo móvil, y digo esto por la criticas que he escuchado del nuevo Samsung Galaxy S9.
Nuestro escritor Daniel Matus lo describió muy elocuentemente, dijo, “(S9) parece no innovar más allá de lo estrictamente necesario. ¿Y dónde se ha de innovar, a día hoy? Exacto: en la cámara”. A su vez, agregó la frase que marcó esta presentación, “El Galaxy S9 un móvil que evoluciona, pero no revoluciona”.
Más allá de hacer un dispositivo rectangular, con mayoría de pantalla, con una cámara y con los menos botones posibles, ¿qué más le podemos pedir a los fabricantes?, pues que lo hagan más delgado y menos pesado, con mejor pantalla, con una excelente cámara y tener aún menos botones físicos, pero en sí, el concepto de Jobs del 2007 sigue siendo el mismo y sigue teniendo los mismos componentes básicos.
La realidad es que hay muy poco que hacer en el mundo tecnológico móvil, se puede hablar de pantallas flexibles, doble pantalla, una cámara para selfies que se auto guarda para tener más pantalla, o una cámara para tomar excelentes fotos, pero al final del día, no hay mayor innovación.
En lo personal, me gustaría ver un dispositivo con dos pantallas, una al frente y una en la parte de atrás, para cosas menos importantes como emails y textos, sé que Hisense está trabajando en un modelo como este, pero por ahora hay que estar satisfechos por la cantidad de cosas que podemos hacer en nuestros dispositivos móviles.
No vamos a encontrar el teléfono que cubra nuestras necesidades al 100%. Algunos quieren súper cámara, otros una súper pantalla para ver películas y otros tantos necesitan un gran procesador para videojuegos. La realidad es que no hay un solo aparato que sea perfecto en todos sentidos, no existe. Y eso, sin entrar en el viejo debate Android vs. iOS, agregue a la discusión de la nueva red 5G que prometen algunos operadores y entonces ahí si es para volverse loco.
Por ahora, disfrutemos de los iPhones, los Galaxys, los Huaweis y los Pixels, todos los mencionados son excelentes opciones y por favor, no esperemos mucho más de los fabricantes. Dudo que surja algo como en aquel 29 de junio del 2007, simplemente llegamos a un tope natural en el mundo tecnológico, es decir ya no hay mucho por inventar, solo por mejorar.