Si el 2016 no fue el mejor año para Samsung, parece que el 2017 tampoco ha empezado de la mejor manera.
Y es que en la mañana de este miércoles, una fábrica afiliada de Samsung en Tianjin, China, se ha incendiado.
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Pero, para más inri, esta planta es una de las que había hecho las baterías defectuosas del Samsung Galaxy Note 7.
De hecho, se han compartido varias fotos a través de Weibo, el Twitter chino, en las que se puede ver claramente un espeso humo negro saliendo de la fábrica.
Asimismo, Bloomberg ha informado que efectivamente se trataba de una planta o fábrica operada por la filial de Samsung Electronics en Tianjin.
Tras conocerse la noticia, un portavoz de la firma surcoreana ha enviado un mensaje de calma aludiendo que el incendio era pequeño y que se había producido en una factoría de depósito de desechos, no en una planta de producción.
En otros tiempos, esta noticia no hubiera trascendido tanto, pero tras todo lo ocurrido con las baterías de los Note 7 que explotaban, ciertos problemas con algunas lavadoras y otros incidentes más, no es de extrañar que pronto haya saltado la voz de alarma.
Si embargo, Samsung quiere olvidarse de los problemas del último año y mira hacia el futuro. Por ello, pronto podría anunciar y lanzar el nuevo buque insignia de la firma surcoreana.
De esta manera, Samsung espera no sólo recuperar la confianza de varios usuarios, sino demostrar también que sus dispositivos son seguros, fiables e innovadores.
Tal vez así, Samsung vuelva a brillar como antes y a recuperar su sitio en el mercado de la telefonía móvil. De momento, y tras lo ocurrido con las baterías del Note 7, Apple parece haberse beneficiado de este momento de flaqueza, ganando cuota de mercado.