Asediado por la presión y las restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, el fabricante de teléfonos chino Huawei se desprendió oficialmente este 17 de noviembre de Honor, su filial de teléfonos económicos.
Aunque el asedio del gobierno de Donald Trump había comenzado en 2019, no fue si no hasta septiembre de 2020 cuando el CEO de Huawei, Guo Ping, confesó que la empresa tuvo que almacenar chips para sobrevivir al veto comercial.
Detalles del acuerdo
Según se oficializó este 17 de noviembre, Honor será vendida a un consorcio de más de 30 agentes y distribuidores en un intento por mantener con vida su negocio de telefonía celular.
La compra se realizará a través de una nueva empresa, Shenzhen Zhixin New Information Technology, que cuenta con el apoyo del gobierno de la provincia china de Shenzhen.
Huawei no tendrá acciones de la nueva compañía Honor después de la venta, según un comunicado del consorcio citado por la agencia Reuters.
Huawei, en tanto, admitió que su negocio de consumo ha estado bajo «tremenda presión» debido a la «falta persistente de elementos técnicos» para su negocio de telefonía. «Este movimiento ha sido realizado por la cadena industrial de Honor para garantizar su propia supervivencia», afirmó la compañía.
El cambio de propiedad no afectará la dirección de desarrollo de Honor, dijeron ambas declaraciones.
Aunque no se reveló el monto involucrado, previamente había trascendido que se ubicaría en torno a los $15.2 mil millones de dólares (100 mil millones de yuanes).
La marca Honor fue establecida por Huawei en 2013, pero operaba de forma independiente de su ahora exmatriz.
Honor vende sus teléfonos en línea a través de sus propios sitios y mediante terceros minoristas, compite con Xiaomi, Oppo y Vivo en el mercado de teléfonos de gama baja en China. Sus equipos también se venden en el sudeste asiático y Europa.
¿Es una decisión acertada?
La asediada Huawei quiere centrarse en sus teléfonos de gama alta en lugar de la marca Honor, que ofrece dispositivos de gama económica.
La compañía tampoco tendría muchas expectativas de que el cambio de gobierno en Estados Unidos se traduzca una mejora en la percepción de la compañía, considerada un riesgo para la seguridad nacional.
Kuo Ming-chi, analista de TF International Securities, había señalado en octubre de 2020 que la venta de Honor sería una situación beneficiosa para la marca, sus proveedores y la industria electrónica de China.
“Si Honor se independiza de Huawei, la compra de componentes ya no estará sujeta a la prohibición estadounidense de Huawei. Esto ayudará al negocio de teléfonos inteligentes de Honor y a los proveedores”, escribió.
En tanto, Nicole Peng, vicepresidenta de movilidad de la firma de investigación de mercado Canalys, consideró que «parece ser un movimiento drástico, dado que la marca Honor ha sido muy complementaria a la cartera de teléfonos inteligentes de Huawei”.
Tom Kang, director de investigación de la firma de investigación de mercado Counterpoint, había advertido previamente que las futuras operaciones de Honor en el extranjero «podrían tener dificultades, ya que la política estadounidense sobre una escisión no está clara y el enorme apoyo de marketing de Huawei puede no estar presente”.
Will Wong, analista de IDC, afirmó a la agencia Reuters que la venta ayudará a mantener la marca, al tiempo que permite la posibilidad de volver a comprarla en el futuro. “Será más fácil para Huawei hacer una posible recompra en el futuro de este consorcio, lo que podría no ser tan fácil si lo venden a otros fabricantes de teléfonos inteligentes o electrónicos”, afirmó.
* Actualizada con detalles y confirmación del acuerdo