Dos realizadores que viven en San Francisco comenzaron a documentar algunas de sus ciudades favoritas desde el cielo.
Mientras que ambos estaban acostumbrados a trabajar con todo tipo de cámaras profesionales – desde la Panasonic GH4 hasta una cámara de cine-, este proyecto estaba centrado en su totalidad en el consumidor de otro tipo de dispositivo, en concreto, de un iPhone 6S.
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La grabación, titulada Flying into Dusk, cuenta con magníficas vistas de los pintorescos paisajes urbanos de San Francisco, Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Boston.
Muchas imágenes, especialmente una del paso elevado del puente Golden Gate, parecen sacadas, directamente, de una producción de Hollywood. Por supuesto, aunque la cámara es básica, la técnica utilizada es avanzada. Además, los realizadores aprovecharon la luz más interesante del día y de la noche y también las luces de las propias ciudades.
El iPhone también contaba con la aplicación FiLMiC Pro, que proporciona un control de la exposición y el manejo de algunos datos, como hacen muchas cámaras réflex avanzadas. Escribiendo para Resource Magazine, el realizador Jaron Shneider dijo que estaba impresionado con las capacidades de la aplicación y del teléfono. «Tenemos que aplaudir a Apple porque la calidad de las imágenes de vídeo de estos iPhones es francamente increíble. Nos dio tan buena o mejor calidad el iPhone que lo que ya habíamos filmando durante el pasado año con la Panasonic GH4 «.
El teléfono también contaba con Ikan Fly-X3, lo que proporcionó imágenes muy limpias y nítidas sin el movimiento asociado con algunos vídeos hechos con el teléfono móvil. Y, por si todo esto fuera poco, además grabar con el iPhone reduce mucho los costes ya que, probablemente, de no ser así las película habría tenido un presupuesto mucho más grande al que la mayoría de propietarios de iPhone puede acceder.
Aún así, el resultado final es simplemente impresionante. La grabación en 4K rivaliza con la calidad de muchos otros vídeos aéreos que hemos visto que se produjeron con cámaras que cuestan mucho, mucho más.
Aunque algún ojo más profesional se puede dar cuenta de algunos toques de luz difuminados o sombras en la grabación, sería muy difícil que cualquier persona no se sorprendiera ni quedara impresionada de que se haya grabado todo con un teléfono. Que un dispositivo lo suficientemente pequeño como para caber en un bolsillo tenga esta capacidad creativa es, cuanto menos, alucinante.