Yo no uso un celular Samsung, pero creo que quienes usen un Galaxy en su día a día y prueben, digamos, un realme GT 7 Pro como el que uso a diario, van a coincidir en que Samsung tiene que mejorar la velocidad de carga de sus smartphones. Y de paso, la capacidad de sus baterías. Hace años usaba un Galaxy A50, venía de utilizar los Nexus, y One UI me pareció la mejor experiencia Android después de lo que hacía la misma Google. Sé que los Galaxy siguen siendo excelsos, que la experiencia fotográfica está entre las mejores del mercado y que sus diseños son increíbles, vaya, Samsung es una marca confiable. Por eso mismo no sé por qué los celulares Samsung tienen una carga “rápida” tan mediocre.
Me explico: mira la ficha técnica del Galaxy S25 Ultra, un celular de unos $1,100 dólares. Por donde lo veas tiene lo mejor de lo mejor, salvo en la velocidad de carga y la capacidad de la batería. Lo comparo con mi realme de €800 euros. Sí, la experiencia de la cámara es superior en el Galaxy S25 Ultra, pero los dos tienen exactamente el mismo procesador, y para lo que interesa a este artículo, la capacidad de la batería y la velocidad de la carga es notablemente distinta entre uno y otro. El Galaxy S25 Ultra tiene una batería de 5000mAh con carga “rápida” de 45W, mientras que el realme GT 7 Pro tiene una batería de 6500mAh con carga rápida de 120W. Eso, en uso real, se traduce en que cargar mi celular cinco o diez minutos me deja volver a salir de casa sin temor a quedarme sin batería.
¿Por qué los celulares Samsung tienen una carga “rápida” tan mediocre?
A decir verdad, solo Samsung lo sabe, y por supuesto no tildarían los 45W de carga rápida del Galaxy S25 Ultra como mediocre. Sin embargo, el blog SamMobile, íntimamente ligado a Samsung, tiene un artículo de opinión que, me parece, explica más o menos la postura de Samsung.
A grandes rasgos, el artículo dice que a diferencia de las compañías chinas como realme, OnePlus o Xiaomi, Samsung no necesita velocidades de carga “absurdas”, como los 240W que logró realme con su GT 5 Neo. Yo no llamaría “absurda” a una carga rápida de 240W, quizá emplearía “exagerada”, pero, en mi perspectiva de uso, tener carga rápida representa beneficios prácticos y no, por sí misma, una característica absurda.
Entonces, ¿por qué los entusiastas de Samsung dicen que la surcoreana no necesita velocidades de carga “absurdas”? Bueno, su argumento es que tener velocidades de carga que no rayen en lo “absurdo” ayuda a prolongar la duración de la batería. A decir verdad, tienen razón. Cargar una batería con rapidez provoca un estrés que suele acortar su duración, por eso algunos fabricantes desaceleran la velocidad de carga al llegar al 80% o incluso incluyen opciones para limitar la carga al 80 por ciento.
Para fortalecer su argumento, en SamMobile dicen que Samsung busca que conserves tu Galaxy por varios años, cuatro según su política de actualizaciones de sistema operativo —seis a partir de 2025, según la política de los nuevos Galaxy A—. Tienen un punto, ciertamente, pero, ¿en serio 45W de carga rápida es lo mejor que puede ofrecer un teléfono de $1,100 dólares?
Y en el supuesto de que la política de carga rápida de Samsung sea la mejor para preservar la calidad de un dispositivo, ¿cómo explicar que el Galaxy A56, un teléfono de gama media, tendrá una carga más rápida que el estelar Galaxy S25?