Las cosas se pusieron algo difíciles para Samsung hace un año. Sus teléfonos más emblemáticos empezaron a rendir menos y el mercado móvil se dirigía hacia una recesión. Sin embargo, se ha producido un avance rápido en un año y las cosas están mejor que nunca, aunque no es debido a que el mercado de telefonía móvil se haya acelerado. Tiene más que ver con la filosofía de Samsung.
Por primera vez, la compañía ha decidido ir completamente a contracorriente al no tratar de seguir a nadie más. También dejó el enfoque de «satisfacer a todo e mundo» centrado en ofrecer todo tipo de teléfono inteligente imaginables. La cámara en el Galaxy S7 y S7 Edge es el ejemplo perfecto. Samsung ofrece siempre el mismo o mayor número de megapíxeles con cada lanzamiento del Galaxy S, pero con el S7 y S7 Edge, la compañía pasó de 16 a 12 megapíxeles.
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«En el pasado, basado en nuestra toma de decisiones pasada, nunca hubiéramos ido hacia atrás», dijo Kim Gae-Youn, vicepresidente a cargo de la planificación de productos de teléfonos inteligentes de Samsung.
Los ejecutivos de Samsung debatieron al respecto hasta el último minuto, pero la decisión de ir reducir el número de megapíxeles fue la correcta. Los megapíxeles más bajos significan una mejor calidad de la cámara que la del modelo predecesor con un rendimiento con poca luz increíble y un enfoque automático súper rápido.
Los clientes estuvieron de acuerdo con la decisión de Samsung. Tanto el Galaxy S7 como el S7 Edge están funcionando sorprendentemente bien en un mercado deprimido, y en la última encuesta de Katner, las investigaciones indican más de la mitad de los compradores del S7 sitúan la calidad de la cámara en lo alto de su lista.
Otro cambio importante tiene que ver con el compromiso de Samsung para eliminar hardware inútil. Samsung solía ofrecer cada tipo de teléfono inteligente que fuera posible con tal de inundar el mercado. Eso lo hizo, por un tiempo, cuando el crecimiento de teléfonos inteligentes iba al alza. En un entorno de crecimiento más lento, Samsung tuvo que revisar ese enfoque de «satisfacer a todos» y racionalizar su cartera.
De acuerdo con Counterpoint, Samsung redujo una tercera parte su cartera de productos. Además de eso, llevó algunas características de gama alta y diseños de metal, así como las pantallas OLED, a los productos de baja y de media gama.
Esto permitió a la empresa utilizar las mismas piezas para muchos de sus teléfonos y reducir, al mismo, tiempo los costes de producción. Pero algo más importante aún fue que los consumidores ya no se confundían con la gran cantidad de teléfonos disponibles.
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Este cambio fue otra decisión difícil para Samsung. Kim dijo que fue un momento duro para los ejecutivos porque el personal de ventas regional sentía que cada mercado necesitaba un teléfono específico para satisfacer a los consumidores locales. Sin embargo, la compañía tomó la decisión correcta, una vez más, lo que estimuló una recuperación en grandes mercados como la India.
Así, ahora, las cosas son tan sólidas como siempre en la casa Samsung, pero los analistas, sin embargo, se muestran sólo moderadamente optimistas. El crecimiento mundial de smartphones todavía se espera que disminuya a un 7% este año y la compañía no se ha recuperado todavía en China. Samsung ocupa el sexto lugar en China detrás de Huawei, Xiaomi, y Oppo.
Samsung podría no estar completamente fuera de peligro, pero la compañía ha tomado una serie de decisiones, bastante difíciles, para hallar el camino correcto. Sólo el tiempo dirá si este camino seguirá siendo próspero o no.