El Internet de las Cosas (IoT) ha cambiado la forma en que relacionamos con casi todos los objetos artificiales que nos rodean, ya que todo es susceptible de estar conectado. Por ejemplo, vas caminando por la calle y el semáforo está en línea, incluso sensores en la acera para medir pasos y a las bicicletas que circulan, sin contar todos los celulares y otros gadgets que la misma gente pasea.
Por eso, estas IoT están constantemente agarrando tus coordenadas de localización y las están acumulando en forma de datos.
Un grupo de investigadores de Carnegie Mellon, preocupado de esta situación, creó una aplicación que informa a los usuarios sobre qué tecnologías de IoT están a su alrededor y qué datos están recolectando.
Norman Sadeh, miembro de la facultad de CyLab en el Instituto de Investigación de Software de Carnegie Mellon y el investigador principal del proyecto, se refirió a las implicancias de esta plataforma.
«Debido a las nuevas leyes como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), las personas deben ser informadas sobre qué datos se recopilan sobre ellos y se les debe dar algunas opciones sobre estos procesos. Hemos construido una infraestructura que permite a los propietarios de tecnologías de IoT cumplir con estas leyes, y una aplicación que aprovecha esta infraestructura para capacitar a las personas para conocer y controlar los datos recopilados por estas tecnologías».
Si bien se reconocen algunas advertencias en las calles como cámaras de seguridad que dicen estar grabándote, lo cierto es que muchos objetos de forma silenciosa están conectados a internet recolectando datos.
«Estas señales no le dicen nada acerca de lo que se está haciendo con sus datos, cuánto tiempo se va a retener, si utiliza o no reconocimiento facial, o con quién se va a compartir», dice el profesor Sadeh. «De acuerdo con regulaciones como GDPR y CCPA, existen requisitos para comunicar de manera más explícita no solo la presencia de estas tecnologías y lo que recopilan, sino también para dar a las personas cierto control sobre lo que se recopila y cómo se pueden usar los datos».
El proyecto se realizó gracias a una subvención del programa de investigación de privacidad Brandeis de DARPA, así como a la financiación del programa de ciberespacio seguro y confiable de la National Science Foundation. La aplicación está disponible para teléfonos iOS y Android .