Volvo está llevando su conocida obsesión por la seguridad a escenarios que van más allá de los vehículos motorizados. El fabricante se asoció con la firma POC –también sueca- para desarrollar una serie de pruebas de choque de cascos de bicicleta contra automóviles. Ambas empresas han destacado que la iniciativa es pionera en el mundo, y validaron su relevancia teniendo en cuenta la creciente popularidad urbana que han adquirido las bicicletas.
La investigación forma parte de un proyecto más amplio tendiente a comprender los tipos de lesiones que los ciclistas tienen más probabilidades de sufrir en una colisión con un automóvil. En las pruebas, los cascos POC se montan en una plataforma y luego se lanzan a diferentes velocidades y ángulos contra varias zonas de un Volvo estacionado.
Según Volvo, las pruebas se basan en las normas de seguridad vigentes, que obligan a que los vehículos busquen diseños que minimicen las lesiones al atropellar a un transeúnte. Esto permite a los investigadores hacer una comparación directa entre usar y no usar el casco, agregó la compañía.
Volvo aspira a mejorar los actuales procedimientos de prueba de los cascos de bicicleta, que fueron descritos como «bastante rudimentarios», dado que implican dejar caer los cascos desde diferentes alturas, ya sea en una superficie plana o en ángulo. Según advirtió Volvo, no tienen en cuenta las colisiones entre los ciclistas y los vehículos.
Las pruebas de choque contra los autos ayudarán a POC a mejorar la seguridad de sus cascos para bicicletas, afirmó el fabricante de automóviles, también espera utilizar la investigación en su propio proceso de diseño de vehículos.
Esta no es la primera vez que Volvo y POC colaboran para mejorar la seguridad de los ciclistas: anteriormente trabajaron en un programa piloto que utilizaba tecnología conectada para permitir que los automóviles y las bicicletas se «hablaran» entre sí para evitar colisiones. Volvo también desarrolló una pintura para hacer a las bicicletas más visibles por la noche.
Volvo se está volviendo más agresivo en el despliegue de tecnología de seguridad. La filial de la china Geely anunció recientemente que limitaría a 112 millas (180 kilómetros) por hora a partir del próximo año.
En 2021, Volvo lanzará una nueva función llamada Care Key, que permitirá a los propietarios establecer límites de velocidad cuando otras personas conduzcan sus autos, y comenzará a equipar sus productos con cámaras frente al habitáculo izquierdo para monitorear cuando el chofer se distraiga o presente síntomas de consumo de sustancias nocivas.
Todas estas iniciativas se enmarcan en los esfuerzos de la marca nórdica para asegurar que nadie fallezca o resulte herido de gravedad en un Volvo construido después de 2020.