En uno de los más dramáticos finales de la historia de Le Mans que se pueda recordar, el líder Toyota detuvo a sólo minutos del final de la carrera, poniéndole en bandeja la victoria a Porsche. La falla fue más tarde localizada en un componente menor.
«Lo que pasó en Le Mans el año pasado fue doloroso, así que le dimos una atención especial a la gestión de calidad», dijo en un comunicado Pascal Vasselon, director técnico de Toyota Gazoo Racing. Toyota también realizó importantes cambios de diseño, incluyendo un nuevo motor turbo V6 de 2.4 litros una nueva unidad de generador eléctrico, el cual es más pequeño y ligero que antes. También se hicieron ajustes en los paquetes aerodinámicos y de baterías de iones de litio del TS050.
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Para el año 2017, todos los carros de la clase LMP1 seguirán siendo híbridos, utilizando motores de combustión interna como su principal fuente de energía, con sistemas de recuperación que pueden proporcionar breves aumentos de potencia eléctrica. Pero el número de equipos en esta batalla de alta tecnología ha bajado de tres a dos. Audi abandonó a finales de la temporada pasada, terminando un período de 18 años que incluyó nada menos que 13 victorias en Le Mans.
Eso deja sólo a Toyota y a Porsche. El fabricante alemán tiene un récord de 18 carreras ganadas en Le Mans, mientras que su competidor japonés nunca ha ganado esta prestigiosa prueba de resistencia. Si no fuera por ese último desaguisado técnico, Toyota seguramente habría ganado en 2016, dando Porsche algo para pensar a propósito de la competencia de este año. El duelo de Porsche-Toyota será sin duda atractivo, con Porsche defendiendo su título y Toyota buscando borrar su absurda derrota del año pasado.
Toyota asegura que el TS050 ya ha completado más de 18,500 kilómetros de pruebas este año, incluyendo cuatro tests de resistencia de 30 horas. Si Toyota consigue ganar las 24 Horas de Le Mans este 2017, será el segundo fabricante de automóviles japonés que lo haga. Mazda lo ganó en 1991 con su 787B de motor rotativo.
