Hasta mediados de febrero de 2022, todas las unidades de los Model S y Model X de Tesla, destinadas a ser vendidas en Norteamérica, estaban equipadas con sensores de radar, los cuales proveen información en tiempo real a los sistemas de conducción autónoma de los vehículos. Sin embargo, ningún Tesla fabricado a partir de entonces contará con dichos sensores.
Desde mayo de 2021, el fabricante estadounidense de autos eléctricos había construido unidades de los compactos Model 3 y Model Y sin ningún sensor de radar, como parte de la primera fase de su decisión de que su sistema de manejo autónomo dependiera únicamente de información proveniente de cámaras, al cual se refiere ahora como Tesla Vision.
Tesla Vision combinan los flujos de datos visuales con la capacidad de procesamiento del sistema computarizado del vehículo para ofrecer características como asistencia al conductor, algunas semiautónomas de seguridad activa y eventualmente la conducción autónoma total.
Parte de la implementación de Tesla Vision implica también cambios en el funcionamiento de los sistemas, en comparación a los de los vehículos equipados con sensores de radar. Tesla advirtió que, durante un periodo de transición, los modelos equipados con Tesla Vision tendrán su capacidad de autodireccionar (o Autosteer) limitada a una velocidad máxima de 80 mph y requerirán de distancias mayores para el funcionamiento del control de crucero adaptable.
Según Elon Musk, CEO y fundador de Tesla, los autos de conducción automática deben aprender a conducir de la misma manera que los humanos, es decir, al ver por dónde van, además de pensar en lo que observan. En octubre de 2021, Musk dijo que “los humanos conducen con los ojos y las redes neuronales biológicas, por lo que tiene sentido que las cámaras y las redes neuronales de silicio sean la forma de lograr una solución generalizada para la conducción propia”.
De acuerdo con información provista por Tesla, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) aún no ha certificado dos de las características de seguridad activa del fabricante de sus vehículos equipados con Tesla Vision: la advertencia de colisión frontal y el frenado automático de emergencia. Tesla espera recibir la certificación después de que se realicen pruebas de confirmación en las próximas semanas.
Este fabricante estuvo recientemente bajo escrutinio de la NHTSA por la recurrencia del “frenado fantasma” en sus modelos, un problema que potencialmente podría afectar a más de 400,000 unidades producidas por la marca. La investigación apunta a unidades de los compactos Model 3 y Model Y de 2021 y 2022, precisamente las unidades construidas sin sensores de radar. Esa investigación todavía está en sus inicios y la NHTSA no se ha pronunciado sobre una posible correlación entre la falla y la implementación de Tesla Vision.