Roborace está progresando en su objetivo de sacar a los conductores humanos de las pistas de carreras. Su vehículo autónomo Robocar hizo su primera exhibición pública durante el fin de semana, completando una vuelta en un circuito profesional.
El circuito en cuestión fue el destinado a la Fórmula E de París, el ePrix. Roborace planea —de momento— apegarse a la Fórmula E, la cual es una serie de carreras para autos eléctricos pilotados por humanos y que organiza sus propios eventos durante los fines de semana.
Roborace demostró previamente los prototipos de autos, llamados «DevBots«, en otros eventos de la Fórmula E, e incluso poniendo dos de estos en una pista al mismo tiempo. Pero estos vehículos, que tienen una cabina para conductores humanos de reserva, fueron diseñados puramente como una prueba. Robocar es el modelo que Roborace realmente planea usar en las (futuras) competiciones.
Sin embargo, se debe decir que el primer estreno público del Robocar fue algo flojo. El carro completó una vuelta al circuito de Fórmula E de 1.9 kilómetros (1.1 millas) sin ayuda humana… pero fue algo lento, debiendo incluso detenerse por completo en una ocasión, según ha informado Motorsport. Esto se debió a que controladores del automóvil estaban preocupados de que se acercara demasiado a las barreras de protección en una curva, dijo Bryn Balcombe, director de operaciones de Roborace.
Una vez que estos “temas” se resuelvan, el Robocar deberá tener el desempeño de un vehículo de carreras. Roborace afirma que tendrá una velocidad máxima de más de 320 km / h (198 mph), esto es gracias al músculo de cuatro motores eléctricos, cada uno de 300 kilovatios y con una potencia sumada de 402 caballos de fuerza, los cuales ayudarán a propulsar los 975 kilogramos (2,149 libras) del carro. El diseño es obra de Daniel Simon, quien anteriormente había creado vehículos para películas como Tron: Legacy y Oblivion.
El vehículo podrá parecer muy cool, sí… pero Roborace tendrá que hacer algo más que realizar algunas carreras de demostración para conseguir dominar en las carreras autónomas. Incluso si la tecnología resiste a las duras pruebas que significan las competiciones de motor, sigue siendo una incógnita saber si los fanáticos seguirán a una competición sin conductores humanos, o aún más: si una competición de robots será algo emocionante de ver. O no.