El Toyota Yaris busca atraer al citadino que quiere ahorrar dinero o que utilizará su auto para transporte público.
Lo bueno
- Asequible
- Ágil y divertida de manejar
- Buena valía
- Cabina atractiva y simple
Lo malo
- Asiento trasero estrecho
- Lento
- Poco espacio en la cajuela
Puntaje
6/10
Qué difícil debe haber sido para Toyota matar a su marca Scion. A partir de 2002 y por espacio de 15 años, fue la encargada de seducir a los más jóvenes hasta que fue absorbida por la casa matriz. Con ello, el iM se convirtió en el Corolla iM, el FR-S pasó a ser el 86 y el iA ahora es el Yaris (a secas, no confundir con la versión Liftback).
Si bien el Yaris ahora es oficialmente un Toyota, el subcompacto está construido por Mazda y se basa en gran medida en el Mazda2, que no se vende en Estados Unidos. Superando los confusos cambios de nombre, se quedará con un producto fantástico: obtiene un motor de Mazda, una cabina de lujo de Mazda y un chasis energético de Mazda, todo en una carrocería con la insignia de Toyota.
Aunque Scion quede fuera de la ecuación para siempre, el Yaris sigue siendo atractivo para aquellos que buscan un medio de transporte asequible. Eso explica el bajo precio del sedán de $16,380 dólares, que incluye la tarifa de destino de $930 dólares. A pesar del minúsculo precio de partida, cuenta con cosas como llantas de 15 pulgadas, una pantalla táctil de siete pulgadas, un sistema de precolisión de baja velocidad, conectividad Bluetooth y entrada remota sin llave.
Nuestro vehículo de prueba fue un XLE de gama alta, que incorpora elementos como control de clima automático, tapicería de cuero sintético, modo de conducción Sport, faros LED automáticos y limpiaparabrisas con sensor de lluvia. Todas las características adicionales indicaron el precio del vehículo hasta $19,470 dólares, lo que sigue siendo una ganga para los estándares actuales.
Son todas ventajas con las que Toyota pretende recuperar terreno en el segmento de los subcompactos, que por años ha sido liderado ampliamente por el Nissan Versa. En 2018, este último lideró las ventas con más de 75,000 unidades vendidas. Entremedio, se ubicaron Ford Fiesta (51,730), Honda Fit (35,030), Hyundai Accent (29,090). Solo en el quinto lugar apareció el Yaris, con 27,209 carros.
Miniestilo Mazda
Por el exterior, puede parecer una versión más compacta del sedán Mazda3. Es un vehículo atractivo, especialmente para el segmento subcompacto, con líneas fluidas y bordes redondos. El XLE que probamos también fue el más deportivo de la familia, con luces de circulación diurna LED, alerón trasero y llantas de 16 pulgadas.
El Yaris golpea por encima de su valor, una vez más, gracias en gran medida a la mano de Mazda.
Es una historia similar en el interior, donde el Yaris golpea por encima de su valor, una vez más, gracias en gran medida a la mano de Mazda. Dentro de la cabina, es fácil olvidar que se trata de uno de los vehículos más económicos del mercado.
El tablero de instrumentos tiene las mismas líneas limpias que el exterior, a excepción de la prominente pantalla de siete pulgadas que parece haber sido clavada directamente en el tablero de instrumentos.
Toyota también adoptó la configuración ergonómica de Mazda para colocar los controles del sistema de infoentretenimiento en el túnel de transmisión, detrás de la palanca de cambios, y fue una decisión brillante. Los botones son fácilmente accesibles y fáciles de usar.
Este diseño también ayuda a que el tablero de instrumentos se vea menos desordenado. Los diales grandes para el sistema de control de clima también son bienvenidos, ya que son fáciles de usar y leer. Si hay una lección que todos pueden sacar del Yaris es: mientras más simple, mejor.
Donde el Yaris pierde es en el confort del asiento. Los delanteros no son exactamente cómodos, ya que carecen de soporte lumbar y tienen un relleno increíblemente duro. También tuvimos problemas para encontrar la posición perfecta. A veces, el volante se sentía demasiado lejos, pero nuestras piernas estaban en la posición perfecta. Otras veces nos sentimos demasiado altos y queríamos un poco más de espacio para nuestras piernas.
El mayor problema, sin embargo, es el espacio del asiento trasero. Con el asiento del conductor en una posición aceptable para adaptarse a nuestro tamaño de 5’10» (178 centímetros), nuestras rodillas se frotaban contra el respaldo del asiento delantero. ¿Cómodo? Realmente no. ¿Realizable? Sí, absolutamente. Pero no querrás estar allí sentado por más de 20 minutos.
Seguridad al debe
Toyota redujo la lista de características tecnológicas para mantener el Yaris asequible. Si bien la pantalla táctil de siete pulgadas que ejecuta el sistema de infoentretenimiento de Mazda es simple y fácil de usar, incluso el XLE de gama alta carecía de Apple CarPlay y Android Auto. La navegación tampoco estaba incluida, pero al menos eso está disponible. Eso sí, trae consigo son dos puertos USB, Bluetooth y un adecuado sistema de audio de seis bocinas.
Toyota redujo la lista de características tecnológicas para mantener el Yaris asequible.
En términos de seguridad, hay una cámara de respaldo y un sistema de precolisión que funciona a velocidades de hasta 18 mph (29 kmh). Si buscas algo superior, tendrás que revisar en la competencia. Eso no es un buen augurio para los Yaris, ya que el líder experimentado, el Honda Fit, viene con todo lo que podrías pedir en términos de características avanzadas de seguridad.
Poca fuerza, pero agradable
Con los 106 caballos de fuerza del motor de cuatro cilindros de 1.5 litros derivado de Mazda, llevar el auto a la velocidad de la carretera es una prueba de paciencia. El Yaris puede ser un peso ligero, inclinando la balanza a menos de 2,500 libras (1,133 kilos), pero aplastar el acelerador en el piso se traduce en poco movimiento y mucho ruido. Lo que sí obtiene es una clasificación de hasta 32 millas por galón en la ciudad (13.6 kilómetros por litro), 40 mpg en la carretera (17 km/l) y 35 mpg combinados (14.8 km/l), lo que es bueno para el segmento.
A velocidades más bajas, especialmente en la ciudad, la falta de poder del Yaris no es tan notable. No ganarás ninguna carrera, incluso si es contra una miniván, pero el tamaño compacto del pequeño sedán significa que podrás atravesar el tráfico y reclamar un lugar para estacionarte justo a tiempo.
Si sales de las autopistas y entras a entornos con más curvas, y como recordatorio de que los autos grandes con gran potencia no siempre son los más agradables de manejar, el ajuste del chasis y la suspensión de Toyota le da al Yaris una ventaja. Si bien no es tan agudo ni tan agradable de manejar como un «hot hatch», exigirlo te hará disfrutar. No obstante, abordar con habilidad una curva será siempre a costa del confort, ya que la suspensión es firme pero flexible.
Mientras Toyota no incorpore una transmisión manual en el nuevo Supra, sí lo hace en el Yaris. Elige el cambio correspondiente y podrás aprovechar al máximo el simple motor del subcompacto. Al agregar otra dimensión deportiva a la mezcla, el ajuste XLE gana un modo Sport, pero la diferencia entre pulsar el interruptor y dejarlo apagado es casi imperceptible, con la excepción de la transmisión, que mantiene los engranajes hasta que el motor alcanza su límite.