Hace poco más de dos años, Aston Martin lanzó el coupé DB11 y, con él, ambiciosos planes para dar un nuevo impulso a la marca, cuyo legado data de hace más de un siglo. Un año más tarde, la variante V8 siguió a la V12, ofreciendo un motor biturbo Mercedes-AMG de 4.0 litros, junto con un precio algo más accesible.
Mientras que el modelo V12 continuó con esa larga tradición de molinos sonoros de la firma británica, el V8 sorprendió por su desempeño y las mejoras en la conducción logradas por el motor más liviano. Y se convirtió en nuestro favorito.
Fue por eso que aplaudimos cuando el DB11 Volante debutó exclusivamente con ese V8 bajo el capó, entre otras sorpresas. Con un precio desde $216,495 dólares y con un ejemplar de prueba avaluado en $225,549 dólares (que incluía impuestos), asoma como un competitivo rival del Bentley Continental GTC y el Ferrari Portofino.
Más que un descapotable
Cuando se inauguró el nuevo lenguaje de diseño de Aston Martin, el coupé DB11 dejó en términos de estética la vara bastante alta. Hermoso pero no ostentoso, fue una adecuada y moderna transición del viejo DB9 que no traicionó la filosofía GT. Transformar ese impactante diseño en un descapotable igualmente atractivo era una tarea llena de potenciales riesgos.
Los laterales traseros, por ejemplo, fueron movidos 0.4 pulgadas más arriba sobre la apertura de la rueda, para permitir que toda la zona que esconde la capota se mezcle perfectamente con el resto de la carrocería. Sometido a más de 100 mil ciclos en cámaras climáticas especiales diseñadas para simular diferentes condiciones, el nuevo techo de ocho capas está diseñado para una aislación óptima y desplegarse en 16 segundos a velocidades de hasta 31 millas (50 kilómetros) por hora.
La parte superior opera rápidamente y casi en silencio. Una vez que se instala, el ruido del viento es similar al de un típico coupé de lujo y la cabina sigue pareciendo amplia. Sin embargo, hay un serio impacto en la visibilidad, pues el vidrio trasero es sorprendentemente pequeño y genera importantes puntos ciegos.
Con el techo replegado, el modelo obtiene un aumento del 20 por ciento en el volumen de carga en comparación con el DB9 Volante, al tiempo que le proporciona una silueta tremendamente atractiva. Pero la variante descapotable del DB11 ganó 242 libras (109 kilos) respecto de su contraparte coupé, debido en gran parte a los refuerzos del chasis agregados para compensar la rigidez estructural perdida con el techo. Eso desplaza parte de la masa del automóvil hacia atrás, lo cual dejó la distribución del peso en una relación 47/53.
Para compensar, Aston Martin debió centrar su atención en la suspensión, intercambiando la barra estabilizadora trasera del coupé y los amortiguadores por piezas ligeramente más agresivas. Por suerte, la modificación no alteró la calidad de la marcha.
Interior y tecnología
Como era de esperar, el interior del DB11 Volante es de materiales de primera calidad. Cuando el techo está escondido, el cuero marrón castaño de la cabina luce en plenitud, al igual que su elegante botón de encendido, las paletas de cambio de aluminio y su tacómetro electrónico montado en el centro. Los detalles en piel y metal son un permanente recordatorio de que se está pilotando algo especial.
Al igual como ocurre con la planta motriz, el interior muestra signos obvios de la asociación que Aston Martin suscribió en 2013 con Daimler AG, la matriz de Mercedes-Benz. Por lo mismo, el sistema de infoentretenimiento AMI III del DB9 ha partido al retiro.
El hardware es antiguo para el sistema MBUX que Mercedes-Benz está equipando en sus últimos modelos, incluyendo el completamente eléctrico EQC. Un infoentretenimiento que carece de una pantalla táctil, así como de la funcionalidad Apple CarPlay y Android Auto, parece estar fuera de lugar y tampoco la favorece la intrincada interfaz heredada del sistema de navegación Comand.
Sin embargo, hay otros lugares donde la tecnología brilla. Botones convencionales para los modos de manejo y la configuración de la suspensión flanquean ambos lados del volante, lo que permite al conductor cambiar el carácter del automóvil sin quitar las manos de él, mientras que el par de pantallas TFT configurables mantiene a la vista la información relevante.
Experiencia conductiva
En el lugar del piloto, no hay escasez de energía en el 4.0 litros, que proporciona mucho par en rangos medios de revoluciones y una banda sonora sutilmente amenazante. El sonido es gentileza de los sistemas de admisión y escape especialmente diseñados para el V8 del DB11, que le dan un carácter único en comparación con sus homólogos AMG.
Bajo el modo de conducción GT y la suspensión en su configuración más suave, el Volante ofrece momentos a altas velocidades. En Sport o Sport+, la experiencia gana en audacia, sobre todo a medida de que se le exige trabajo a la caja de ocho velocidades. Preferimos conducir el automóvil en estas configuraciones más agresivas, debido a la respuesta mejorada de la transmisión y el sonido, pero el modo GT ofrece una mayor eficiencia y un perfil más sobrio si la situación así lo amerita.
La suspensión ajustable en tres posiciones modos se endurece para enfrentar el asfalto, mientras que las pinzas de seis pistones y los discos de 15.7 pulgadas montados en el eje delantero se alistan para actuar ante una emergencia. Aún así, la máquina de 4,100 libras (1,860 kilos) muestra su mejor cara cuando se maneja por sobre el 70 u 80 por ciento de su capacidad. Incluso en la configuración de suspensión más agresiva, el automóvil exhibe su fuste cuando se lo empuje pasando su zona de confort. Si bien es una bendición a baja velocidad cuando se atraviesan rutas imperfectas, el ajuste de la suspensión enfocado en GT no es del todo confiable a medida de que se acerca a los límites de su rendimiento.
El Volante es razonablemente lujoso como para hacer las veces de un cómodo crucero para uso diario. Por lo mismo, no es un problema su incapacidad para conseguir la mejor marca en el autódromo local.
Aston Martin ofrece una garantía total de tres años, con kilometraje ilimitado, así como una garantía de corrosión ilimitada por una década. La compañía también ofrece una garantía extendida adicional por hasta siete años, también con kilometraje ilimitado.
Palabras al cierre
El DB11 Volante es quizás la interpretación más honesta del enfoque de Aston Martin en el diseño de autos de carretera: capaz pero lujoso, deportivo pero no nervioso. Un automóvil para aquellos que disfrutan de la emoción de la velocidad, pero no tienen prisa.
Si estás buscando una experiencia más extrema y centrada en el rendimiento, el Ferrari Portofino podría ser un poco más tu agrado. En cambio, si estás dispuesto a renunciar al techo abierto, Aston Martin también tiene en su portafolio el Vantage . Pero si simplemente estás buscando un coupé de un óptimo desempeño, el DBS Superlegga (basado en el DB11) sin duda te ofrecerá una experiencia muy satisfactoria.
Pero para aquellos a los que les gusta que sus bebidas se agiten en lugar de derramarse, el DB11 Volante es la alternativa correcta, al tiempo que evita esa pretensión tan propia de las marcas de su segmento. Porque, a veces, la clase habla más y mejor que los tiempos de vuelta.