Si te subes a cualquier BMW en Berlín, donde se desarrolla la feria IFA, podrás saber dónde hay lugar para estacionar. No es magia, sino que sencillamente efecto del trabajo de los sensores ultrasónicos que están empleando los vehículos de la marca que hoy circulan por varios rincones de Europa, entre ellos Alemania.
«Debe funcionar en tiempo real y estar disponible durante días laborables y fines de semana”, explica el vicepresidente senior de electrónica de BMW, Christoph Grote. Más allá de su disponibilidad, necesita grandes cantidades de ancho de banda y toneladas de potencia de procesamiento. De momento, es solo un programa piloto, que muestra una de las muchas formas en que los automóviles modernos usan los datos.
Los BMW, por ejemplo, también pueden transmitir datos sobre los límites de velocidad. Si te perdiste una señal que estaba oscurecida, cubierta o bloqueada por el follaje, el vehículo podría disminuir la velocidad si tienes el control de crucero activado, porque otro carro sí vio el aviso y le transmitió esa información.
Un diluvio de datos
El gran volumen de datos que utilizan los automóviles modernos es asombroso, explicó Grote. La flota de BMW actualmente envía 250 terabytes de datos a la nube anualmente solo en datos de mapeo. No hay suficiente ancho de banda para enviar datos sin procesar, por lo que los autos solo transmiten información cuando hay algo interesante: una desaceleración, tal vez, o bien un estacionamiento libre cerca del Reichstag o la Puerta de Brandenburgo.
El ejecutivo preferiría enviar datos sin procesar, pero eso sería saltar a unos 10 petabytes por año. Manejar ese volumen de datos requerirá poder de procesamiento y conectividad de última generación. En otras palabras, le será indispensable la red 5G.
En una presentación durante IFA 2019, el presidente de Qualcomm, Cristiano Amon, y Grote anunciaron planes para desarrollar futuros vehículos con 5G, que impulsarán aún más los automóviles conectados de próxima generación, incorporando más allá de Bluetooth y telemática en servicios conectados, conectividad para dispositivos, transmisión de películas y más.
En una entrevista exclusiva con el editor en jefe de Digital Trends, Jeremy Kaplan, ambos se abordaron las proyecciones del 5G en la industria automotriz.
«A finales de 2020, alrededor de 2.2 billones (2,200 billones) de personas estarán bajo cobertura 5G. Esa es la base sobre la cual construir todas estas funcionalidades”, dijo Amon, quien cree que en 2021 la expansión de dicho estándar será similar a la que hoy existe para 4G.
Una gran oportunidad
Con la comunicación entre autos, estos intercambiarán información no solo sobre los espacios de estacionamiento, sino también sobre los accidentes de tránsito, los límites de velocidad, los peatones e incluso la posición de los carros en las pistas adyacentes. La industria de la tecnología llama a esto “comunicación celular de vehículo a vehículo” (C-V2V) o, mejor aún, “comunicación celular de vehículo a todo” (C-V2X).
Parte de su éxito dependerá del 5G, pero también del nuevo chip QCA6696 y la plataforma de referencia de automóviles conectados que Qualcomm presentó a principios de 2019.
Amon ve un futuro en el que las compañías automotrices actúan como compañías de cable, brindando una gran cantidad de servicios conectados, desde Netflix hasta transmisión de música e intercambio de datos entre vehículos.
«Un automóvil conectado a la nube podría convertirse en un terminal para diferentes servicios. Actualmente, con las pantallas de entretenimiento en el asiento trasero, podemos ver muchos contenidos, por lo que compañía de automóviles desempeña el papel de un operador de cable”, argumentó Amon.
¿Qué BMW exactamente será el primer vehículo 5G? Con una sonrisa, Grote se niega a revelarlo. ¿Y qué chips estarán específicamente debajo del capó? No hubo comentarios.
Dado el plazo de 2021, parece ser que las fichas del fabricante alemán están puestas en el BMW iNext, el buque insignia tecnológico de la compañía, que supuestamente entrará en producción ese mismo año.