Los 500s retro-chic ha imperado en Europa desde que Fiat dio el tirón en 2007. La firma con sede en Turín se tomó el segmento de automóviles de ciudad por sorpresa. Los rivales se apresuraron en tratar de recobrar el terreno perdido, pero nadie pudo hacerle frente… Hasta que Opel presentó su Adam en 2012.
Para aquellos que no lo saben, Opel es una compañía alemana, “hermana” de Buick, lo cual significa que Buick podría vender su propia versión del Adam, aunque el modelo no ha sido creado según las regulaciones estadounidenses. Además, la realidad que viven los autos pequeños en Europa es muy distinta que en América, en cuyas ciudades y pueblos hay mucho más espacio por donde moverse.
Relacionado: Opel develó su nuevo Concept GT, el modelo que reemplazaría el Astra GTC
El Adam se ofrece con una extensa lista de motores a gasolina y diesel. El modelo S de las fotografías posee un motor Ecotec de cuatro cilindros de 1.4 litros con turbocompresor, que le proporciona 150 caballos de fuerza de 5.000 a 5.500 rpm, y 162 libras-pie de par desde 3.000 a 4.500 rpm. Este cuatro cilindros hace girar las ruedas delanteras a través de una transmisión manual de seis velocidades.
Sus medidas son de 145 pulgadas de largo, 67 pulgadas de ancho y 58 pulgadas de alto, dimensiones que lo hacen un poco más largo y más ancho que el Fiat 500. Eso sí, el espacio del maletero tiene sólo 6 pies cúbicos.
Opel ofrece en exclusiva el Adán como un hatchback de dos puertas, pero existen una variedad de sub-modelos. El de la foto se destaca por contar con un kit de carrocería que incluye un parachoques delantero más profundo, faldones laterales, y un alerón montado en el techo.
En el interior, el Adam S está a años luz por delante del Fiat 500. Mientras que el 500 se siente como algo que se podría comprar en alguna tiendas de Toys R Us para tus hijos, el Adam es más como un coche estándar que se ha encogido un poco. Además, su sistema de información y entretenimiento es más sencillo de utilizar, y mejor distribuido.
Los asientos delanteros son amplios, y dos adultos de tamaño L pueden sentarse en ellos sin frotarse los hombros el uno al otro. Los asientos traseros se pueden utilizar, ojala con niños pequeños o pasajeros no demasiado voluminosos.
El Adam S es más entretenido de manejar que el Adam estándar, pero no llega a ser un verdadero hot hatch, especialmente en carretera abierta. El turbo de cuatro se siente bien a bajas revoluciones, pero pierde su respiración a medida aumentan, y acaba uno cambiando de marcha más tarde de lo esperado. En otras palabras: no hay que exigirlo demasiado. El Adam S necesitaría más potencia, un motor de mayor capacidad de respuesta, y un escape más “ronco” para convertirse en un compacto deportivo de clase mundial.
Relacionado: Opel presentará en Ginebra su Baby Corvette
El Adam S brilla en la ciudad gracias a sus dimensiones compactas. Además, el embrague es más ligero que el que se encuentra en la mayoría de los autos de la ciudad con aspiraciones deportivas, lo cual es una ventaja real en stop-and-go del tráfico. Una cámara de visión trasera ayuda a paliar la poca visibilidad natural que permite el modelo.
Si bien no puede considerarse un como un deportivo, el Opel Adam S demuestra que los autos de ciudad con estilo no tienen necesariamente que ser bonitos. El Fiat 500 se vende por su aspecto, por lo que si estás enamorado de su diseño retro, no te vas a arrepentir. Sin embargo, si estás dispuesto a mirar más allá de la chapa, el Adam es —en general— un mejor auto que el 500.
Lo bueno:
- Divertido de conducir en carreteras con curvas
- Fácil de conducir en la ciudad
- Interior “adulto”
- Elegante sin ser guapo
Lo no tan bueno:
- Su rendimiento en la autopista decepciona
- Maletero demasiado pequeño