Por fortuna, cada vez son más y mejores las opciones para las baterías de los vehículos eléctricos una vez que han cumplido su ciclo de vida. Desde hogares completos hasta los faroles de la calle, sus usos van en aumento. Hay una firma estadounidense que quiere ir un paso más adelante e iluminar estadios con los paquetes dados de baja.
El gigante energético Eaton ya está utilizando su sistema xStorage para proporcionar electricidad al Johan Cruyff Arena, un coliseo con capacidad para 55,000 personas donde hace de local el equipo más exitoso de Países Bajos, el Ajax de Ámsterdam.
Ahora, la firma estadounidense está en conversaciones con otros seis clubes de fútbol europeos con vistas a expandir sus redes, según informó Reuters.
A medida que las baterías de los automóviles eléctricos se agotan, pierden su capacidad para impulsar los vehículos, pero aún pueden usarse por un período adicional de hasta 10 años en los llamados escenarios de «segunda vida».
Con las ventas de eléctricos en aumento, buscar una manera de utilizar el creciente número de baterías antiguas es un negocio en crecimiento. La compañía con sede en Ohio dice que su solución xStorage, basada en paquetes de iones de litio de los Leaf de Nissan, puede ahorrar a los clientes costos relacionados con la energía por hasta 20 por ciento.
De acuerdo con el portal británico Current, la fórmula instalada en el Johann Cruyff Arena puede proporcionar energía al lugar durante una hora durante un evento importante, capacidad que se triplica cuando instalaciones como los equipos de cocina están desconectados.
El sistema xStorage integra 250 paquetes de segunda mano, así como otros 340 nuevos, dado que aún hay pocas baterías viejas disponibles, todos de ellos provistos por Nissan. Sin embargo, esa situación cambiará: la cifra de 55,000 paquetes desechados en todo el mundo durante 2018 debería de pasar a 3.4 millones a mediados de la próxima década.
La mayoría de los fabricantes, junto con firmas especializadas en la gestión energética como Eaton, están explorando la gran cantidad de oportunidades que presentan las baterías antiguas, que proporcionarán un nuevo flujo de ingresos al tiempo que permiten lucir las credenciales ecológicas corporativas.
Nissan, por ejemplo, está estudiando usar los paquetes para encender el sistema de alumbrado público, una idea que sería muy agradecida si un desastre natural, como un huracán o un terremoto, destruyera la fuente de alimentación central de un área poblada.
Recientemente, el constructor japonés mostró que las viejas baterías bien pueden revolucionar el tradicional camión de helados, alimentando no solo su motor, sino también sus equipos, creando un negocio libre de emisiones. Renault y BMW son otras de las compañías que están encontrando maneras de darles una segunda vida a la fuente de energía de los vehículos eléctricos.