El Departamento de Policía de Riverside, California, ha sido el último en optar por un automóvil de alto rendimiento… aunque en verdad los delincuentes no tienen que preocuparse demasiado, ya que este nuevo Mustang Saleen S302 probablemente será utilizado sólo con fines promocionales, y no irá por las calles y carreteras cazando malhechores.
El carro nació a la vida como un Ford Mustang GT 2016, y fue entregado al famoso “tuneador” de Mustang, Steve Saleen y su equipo de Saleen Automotive. A lo largo de los años, diversas compañías han pedido a Saleen que les fabrique algunos de los Mustangs más épicos que se recuerden, llegando también a transformar un Model S de Tesla, e incluso fabricar su propio supercar: el S7.
Saleen agregó un sobrealimentador al V8 de 5.0 litros del Mustang y realizó otras modificaciones, elevando la producción de 435 caballos de fuerza y 400 libras-pie de torque del modelo de stock a los 730 caballos de fuerza y 600 libras-pie. Casi nada.
Cualquier persona preocupada de que su departamento de policía se esté gastando el dinero de los contribuyentes en vehículos “musculosos”, debe antes saber que este modelo en concreto fue producto de la caridad. Saleen donó su tiempo para hacer la conversión, y otras compañías donaron piezas y otros servicios para convertir este Mustang en un carro de policía más que adecuado. La Federal Signal donó el dinero para las luces y las sirenas, las cuales fueron instaladas gratuitamente por la West Coast Lights and Sirens.
Este Mustang fue concebido por la Asociación de Oficiales de Policía de Riverside como un homenaje a los oficiales muertos o heridos en el cumplimiento de su deber, según ha dicho el mismo departamento en su página de Facebook. Como tal, probablemente se utilizará para eventos de promoción en vez de ser un carro de policía en servicio activo.
Los autos de policía extremos no son algo nuevo, en cualquier caso: la policía de Dubai tiene “de todo”, desde un BMW i3 hasta un Bugatti Veyron en su flota, y muchos otros departamentos de todo el mundo han convertido vehículos de alto rendimiento en supercarros policiales, principalmente por razones publicitarias.